Una de las habituales manifestaciones de los sábados de los «chalecos amarillos» en París estuvo marcada hoy por los incendios y daños provocados a vehículos y mobiliario urbano, así como por los choques con las fuerzas del orden, que practicaron numerosas detenciones.
Hasta las 18:30 horas (tiempo local), cuando los agentes intervenían para dispersar a los últimos manifestantes en torno a la estación de Lyon, habían sido arrestadas 37 personas, indicó la Prefectura de Policía en su cuenta de Twitter.
Una cifra todavía provisional, precisó a Efe una portavoz de la Prefectura.
En las cercanías de la estación, algunos de los participantes en la protesta dejaron un escenario de coches volcados, motocicletas, bicicletas, vallas y contenedores incendiados, así como paneles publicitarios y paradas de autobús reventados.
En esa misma área se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del orden, a las que lanzaron diversos proyectiles, y que respondieron con gases lacrimógenos y con cargas.
«Las fuerzas del orden intervienen sistemáticamente para poner fin a las acciones cometidas por grupos violentos», señaló la Prefectura.
Los incidentes habían comenzado desde la mañana, cuando el cortejo salió de la Puerta de Champerret, en el extremo noroeste de la ciudad, a una decena de kilómetros del punto de llegada que se había declarado.
Hubo choques con los antidisturbios a primera hora de la tarde en una zona entre las calles de Chateaudun y Lafayette, y luego entre las plazas de la República y la Bastilla. Los agentes recurrieron también allí a los gases lacrimógenos.
El dispositivo policial fue impresionante, con decenas de vehículos que siguieron a distancia el cortejo a distancia, agentes a pie que lo hacían mucho más de cerca y camiones de agua a presión.
Los participantes corearon sus lemas clásicos, entre los que destacan las peticiones de dimisión al presidente francés, Emmanuel Macron, y a su Gobierno, pero también la exigencia de que se retire su reforma del sistema de pensiones.
Los «chalecos amarillos», que llevan manifestándose de forma continuada todos los fines de semana desde noviembre de 2018 (este sábado era su edición número 62) se han asociado repetidamente en las últimas semanas con los sindicatos que han organizado las huelgas y movilizaciones contra esa reforma desde el 5 de diciembre.
Como sucede desde hace meses, la Prefectura había prohibido cualquier concentración en la avenida de los Campos Elíseos, y en torno a las principales sedes del poder, como el Palacio del Elíseo, la Asamblea Nacional o la Prefectura, pero también en zonas turísticas como el Campo de Marte bajo la torre Eiffel o el barrio de los grandes almacenes. EFE