El presidente Andrés López criticó el miércoles una orden del Instituto Nacional de Inmigración (INM) que negó temporalmente a las ONGs el acceso a los centros de detención para migrantes en el país.
El INM dijo el martes que el acceso de grupos cívicos, activistas y religiosos a los centros quedaría temporalmente suspendido.
“La reprogramación dependerá de la agenda de trabajo de cada estación y estancia migratoria”, añadió.
La Secretaría de Gobernación declaró luego en Twitter que la suspensión se realizó “sin contar con la autorización de las autoridades superiores” y que la “desconoce”.
Durante su conferencia diaria, López también «se opuso«, afirmando que está “prohibido prohibir en todo, casi en todo”.
El mandatario defendió la detención de migrantes que tratan de cruzar la frontera sur de México, pero insistió en que debe reinar la transparencia.
“¿Cómo se imaginan que vamos nosotros a dejar sin poder asistir a un albergue religiosos, a miembros de la sociedad civil, a organizaciones sociales? No”, declaró López.
Esos grupos han sido voces importantes para describir las condiciones en ese tipo de instalaciones, que no están abiertas al público ni a la prensa.
La semana pasada, guardias nacionales y agentes de inmigración mexicanos frustraron el paso de la más reciente caravana de migrantes que habían cruzado desde Guatemala. Cientos de personas fueron detenidas.