China prohibió la venta de especies exóticas después que el brote de un nuevo virus en 2002 fue vinculado a mercados que vendían animales vivos. El germen resultó ser un coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés).
La medida fue cancelada posteriormente y se reanudó la venta de esos animales. Ahora, otro coronavirus se propaga en China y ha causado la muerte de al menos 1.380 personas e infectado a más de 64.000, una cifra que es ocho veces la de enfermos por SARS.
¿El posible origen? Un mercado del mismo tipo.
Mientras más de 60 millones de personas se encuentran en cuarentena en más de una docena de ciudades chinas debido al nuevo brote, numerosas voces exigen que se prohíba de manera permanente la venta de animales silvestres, la cual muchos afirman es alentada por un reducido grupo de gente rica que los considera un manjar. La propagación de la enfermedad constituye además un sombrío recordatorio de que la forma cómo se maneje a los animales en cualquier parte puede poner en peligro a personas en todas partes.
“Existe un vasto número de virus en el mundo animal que no se han propagado a los humanos, y tienen potencial para hacerlo”, dijo Robert Webster, experto en virus de la influenza en el Hospital Infantil de Investigación St. Jude en Memphis, Tennessee.
El SARS y el actual brote de COVID-19 no son los únicos males que afectan a las personas y cuyo origen se atribuye a animales. Se cree que la fuente del ébola en África son animales silvestres cazados para la venta de su carne. La gripe aviar de 1997 posiblemente surgió de pollos en un mercado de Hong Kong. Se cree que el sarampión evolucionó de un virus que infectó ganado.
Los científicos no han determinado exactamente cómo el nuevo coronavirus infectó a personas. Las evidencias indican que se originó en murciélagos que infectaron a otros animales que a su vez lo transmitieron a las personas en un mercado de la ciudad suroriental de Wuhan. El mercado mayorista de mariscos de Huanan, que está clausurado, anunciaba docenas de especies tales como salamandras gigantes, cocodrilos bebés y mapaches, a las que describía cómo fauna silvestre, aun cuando eran criadas en granjas.
De las 33 muestras tomadas del mercado de Wuhan que dieron positivo del coronavirus, las autoridades dijeron que 31 provenían del sector donde se concentraban los puestos de animales silvestres. Comparados con animales domesticados como pollos y cerdos, los investigadores dicen que se conoce menos de los virus que circulan entre especies silvestres.
El de Wuhan es similar a muchos otros mercados de Asia y otras partes donde se venden animales. Los activistas aseguran que es difícil distinguir qué animales fueron criados legalmente y cuáles fueron cazados ilegalmente. Los animales son a menudo sacrificados en el lugar para garantizar que la carne está fresca. Esto aumenta la pequeña posibilidad de que un nuevo virus salte a las personas que manejan a los animales y comience a propagarse, dicen los expertos.