Las nuevas medidas de seguridad para evitar el contagio del coronavirus imponen que las personas deben estar separadas al menos un metro en todos los bares, restaurantes, tiendas, museos e iglesias. Se considera que esta es la justa distancia para que las «gotitas de saliva» que dispersamos en el aire, al estornudar o toser, incluso a veces simplemente hablando, no lleguen a los demás. La norma es obligatoria en las regiones más afectadas por el virus: Lombardía, Veneto, Emilia-Romaña y las provincias de Savoa y Pesaro-Urbino.
Una serie de medidas anti-contagio fueron aprobadas anoche en un extenso decreto ley, dividiendo el país en tres partes. Son tres Italias con tres gradaciones diversas de difusión del Covid-19 y, en consecuencia, con medidas diferenciadas para afrontar la emergencia sanitaria.
Asume así el gobierno todas las competencias de Sanidad y anula las ordenanzas de los alcaldes, calificadas como «ineficaces. En la primera parte, la zona roja, la referida a 11 pueblos de las dos «zonas rojas» se cierran escuelas, tiendas y centros comerciales, con la excepción de farmacias y negocios de comestibles, y se suspenden las actividades en centros deportivos, culturales, sociales y recreativos. Está prohibida además la entrada y salida de personas