La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó ayer la muerte de un octavo paciente afectado por la administración de un medicamento contaminado en su hospital de Villahermosa, Tabasco.

En un comunicado de prensa, Pemex apuntó que «lamenta» el fallecimiento del paciente que fue tratado con heparina sódica con caducidad de enero de 2021 y «expresa sus sinceras condolencias a familiares y amigos«.

Expresó que otros 50 pacientes ya fueron dados de alta y continúan sus tratamientos en casa, bajo la cuidados de los médicos del hospital de Villahermosa y del hospital central de la Ciudad de México.

La heparina sódica es uno de los medicamentos considerados antitrombóticos y posee un anticoagulante.

De acuerdo con informes de prensa, la empresa estatal compró un lote de este medicamento a un proveedor privado y no al laboratorio, el cual se desmarcó de su elaboración y posible manipulación del producto que supuestamente fue suministrado.

Pemex reconoció su compromiso con los trabajadores petroleros como «su principal activo» y como titulares del derecho a recibir la atención médica digna y suficiente para garantizar la protección y respeto del derecho a la salud de derechohabientes y sus familias.

La Fiscalía General de Justicia del estado de Tabasco desarrolla una investigación para «deslindar responsabilidades» por la muerte de estos pacientes con este medicamento, que fue usado para tratar a más de medio centenar de personas.

La petrolera mexicana garantizó al 100% la atención de hemodiálisis que se otorga a los beneficiarios de su sistema de salud formada por sus trabajadores, jubilados y sus familias.

Familiares de los fallecidos denunciaron públicamente que en el hospital de Pemex a sus pacientes les habían dado este medicamento sin confirmar la procedencia del mismo.

A raíz de este caso, algunos pacientes buscaron alternativas y acudieron a otros hospitales para su tratamiento.

Pemex cuenta con alrededor de 128 mil empleados con datos de finales de 2018.