Las autoridades sanitarias de México informaron este sábado de que el país registró 273 fallecidos por COVID-19, 40 decesos más que el día anterior, y 4.219 enfermos confirmados, lo que supone un aumento de 375 casos en las últimas 24 horas.

En rueda de prensa, precisaron que, del total de casos confirmados desde el inicio de la pandemia, el 42 % se han recuperado, el 52 % permanecen bajo aislamiento y un 6 % han fallecido.

Los 4.219 casos han sido confirmados mediante las más de 35.000 pruebas diagnósticas realizadas en el país, aunque el Gobierno mexicano estima que el número de enfermos es ocho veces mayor, hasta los 34.500 contagios.

Esto es así porque las autoridades sanitarias aplican el llamado ‘modelo centinela’ de vigilancia epidemiológica, basado en hacer test a unos casos concretos y calcular posteriormente el potencial alcance de la enfermedad.

Del total de 4.219 enfermos contabilizados, el 7,1 % es menor de 25 años, el 73,2 % tiene entre 25 y 59 años y el 19,7 % es mayor de 60.

En cuanto a los fallecidos, el 56,4 % tenía entre 25 y 59 años de edad, mientras que el restante 43,6 % eran mayores de 60 años. No se han registrado fallecidos menores de 25 años en México.

Sobre el nivel de gravedad, el 3,91 % de los casos confirmados de COVID-19 fueron intubados, el 18,23 % fueron hospitalizados graves, el 10,33 % hospitalizados estables y el 67,43 % no requirieron hospitalización.

El subsecretario mexicano de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, condenó en conferencia de prensa los ataques registrados a personal sanitario por parte de personas temerosas de contagiarse del coronavirus.

«Nos preocupa e indigna que el personal de salud reciba ataques. Es alarmante que haya personas canalizando sentimientos básicos como el temor o el enojo hacia el personal que les protege. La persona que perpetra la agresión puede ser la próxima persona que padezca la enfermedad», expresó.

El Gobierno de México decretó la emergencia sanitaria hasta el 30 de abril, lo que obliga a parar las actividades económicas no esenciales, y exhortó a la población a quedarse en casa, aunque la cuarentena no es obligatoria para no afectar a las millones de personas empleadas en el trabajo informal.