El presidente Jair Bolsonaro despidió a su ministro de Salud el jueves tras una serie de desacuerdos en torno a las medidas de Brasil para contener al coronavirus, retirando al popular portavoz de la respuesta de su gobierno a la pandemia cuando sólo faltan unas semanas para lo que se prevé sea el punto más álgido en el país.

Deberían tener la certeza absoluta de que dimos una buena batalla hasta aquí”, comentó Luiz Henrique Mandetta a sus colegas del ministerio durante una conferencia de prensa televisada, luego de anunciar su salida en Twitter. “Pero estamos al comienzo de la batalla”.

Mandetta, quien es ortopedista, se ganó el respaldo de la sociedad por su respuesta a la pandemia, que incluyó la promoción de amplias medidas de aislamiento implementadas por gobernadores estatales. Había sido comparado con el doctor Anthony Fauci, el experto de enfermedades infecciosas del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.

Por su parte, Bolsonaro _que en varias ocasiones ha dicho que el virus es una “pequeña gripe”_, dijo que detener la economía causaría más daños que confinar solamente a los brasileños de alto riesgo, y promovió la eficacia aún no comprobada de un medicamento contra la malaria.

La vida no tiene precio, pero la economía y el empleo necesitan volver a la normalidad”, manifestó Bolsonaro en una conferencia de prensa el jueves, añadiendo que eso no significa hacerlo lo más rápido posible. Dijo también que no condenaría ni criticaría a Mandetta.