Gobierno y comunidad científica de Estados Unidos ha manifestado su preocupación en los últimos meses debido a la invasión de los avispones asiáticos, una especie de insecto letal la cual nunca había sido detectada en Norteamérica.

La especie en cuestión es la “vespa mandarinia” de la cual se han reportado avistamientos en el estado de Washington y en White Rock, Canadá recién en noviembre de 2019. Tiene un tamaño de cinco centímetros, es decir, más del doble que una abeja. Al desplegar sus alas, su envergadura supera incluso los siete centímetros.

Su peligrosidad queda de manifiesto en Japón, donde cada año provoca la muerte de alrededor de 50 personas, gracias a su potente veneno y aguijón capaz de perforar trajes de apicultor.

Aunque habita comúnmente en climas tropicales, y es originaria del este asiático, la plaga irrumpió en América del Norte y parece que se ha extendido por el territorio.

Una de las primeras víctimas es el apicultor y entomólogo canadiense Conrad Bérubé, quien fue atacado por un enjambre de estos avispones en Vancouver, recibiendo al menos 7 picaduras.

Fue como si me clavaran chinchetas al rojo vivo en la piel”, comentó Bérubé al New York Times y se consideró afortunado de sobrevivir, pues el veneno de este insecto contiene neurotoxina, que según los expertos podría provocar a la víctima un paro cardíaco y un shock anafiláctico.

El apicultor recibió las picaduras cuando intentó destruir la colmena, y es que estos avispones no solo son peligrosos para los humanos, sino también para las propias abejas, ya que utilizan sus mandíbulas para decapitar a las abejas.

Aunque desechan las cabezas, se queda con el cuerpo para alimentar a sus crías, no sin antes ejecutar a una colmena entera de abejas en cuestión de horas.

El Departamento de Agricultura del estado de Washington está tras la pista de los avispones este verano con la intención de encontrar cada colonia y si es posible erradicarlas antes de que se reproduzcan en la región. Apenas dos de los insectos fueron vistos a finales del año pasado, pero con la llegada del invierno, expertos no pudieron saber con certeza cuántos se encontraban en el área.

En 2019, las abejas fueron declaradas como el ser vivo más importante del planeta, ya que el 70 por ciento de la agricultura mundial depende exclusivamente de ellas, debido a su labor de polinización.