Una agencia del gobierno de Filipinas ordenó este martes a la principal cadena de televisión del país, ABS-CBN, señalada por el presidente por la cobertura crítica de sus noticieros, que suspendiera sus operaciones.

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones ordenó a ABS-CBN que detuviera su actividad, después de que sus 25 años de concesión expirasen el lunes. La solicitud de la cadena de renovar su concesión se ha quedado pendiente en el Congreso.

Líderes del Congreso de Filipinas han pedido a la comisión que conceda una licencia temporal a la cadena para que siga operando mientras se resuelve la renovación, pero el abogado general del gobierno ha dicho que no puede operar sin una franquicia autorizada.

ABS-CBN, una de las redes más antiguas e influyentes del país, siguió transmitiendo por TV y radio durante casi todo este martes, pero luego salió del aire.

Millones de filipinos perderán su fuente de noticias y espectáculos… cuando el pueblo necesita información crucial y oportuna a medida que la nación combate la pandemia de covid-19”, dijo la empresa en un comunicado.

El presidente de la empresa, Carlo Katigbak, pidió a la gente que haga “sentir, expresar y escuchar” sus sentimientos sobre el cierre en beneficio de los más de 11 mil empleados y los millones de filipinos que, dijo, necesitan los servicios de la red “especialmente ahora, en la peor época de enfermedad y hambre”.

Grupos de supervisión de medios han acusado al presidente, Rodrigo Duterte, de intentar sofocar a los medios independientes críticos con su gestión, mientras que miembros del gobierno afirman que la cadena debe cumplir la ley.