El presidente López Obrador y el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro dejaron claro que tienen diferencias, pero a la vez expresaron su disposición a superarlas y trabajar juntos y de manera coordinada.
Como lo hizo ayer con el gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, López Obrador aseveró hoy en Jalisco, donde compartió escenario con Enrique Alfaro, que se ha estado trabajando de manera coordinada a pesar de las diferencias, “lo cual es consustancial a la democracia”.
“Nadie debe alarmarse, la democracia es pluralidad, es garantizar el derecho a disentir, sin embargo, las autoridades estamos obligados a actuar de manera coordinada hacer a un lado las baterías partidistas y eso es lo que estamos haciendo en el caso de Jalisco”, dijo el mandatario a quien también le reconoció coordinar las reuniones matutinas de seguridad.
Alfaro, por su parte, leyó un discurso que preparó y en el que, en esencia, indicó que su gobierno no busca la confrontación con el presidente, pero tampoco el sometimiento, sino una relación de respeto.
“Estoy convencido de que un hombre como usted que se formó luchando contra la lógica del poder, siendo un político que defiende, como pocos, los principios en los que cree, sabrá valorar una posición de congruencia por encima de la simulación el entreguismo y los discursos huecos por los que optan otros”, dijo Alfaro.
Y añadió que todos deben “distinguir la deferencia entre la congruencia y la bravuconería, entre la firmeza y las ganas de pelear”.
Alfaro señaló que defender a jalisco no significa confrontarse con el gobierno de la República, “tener diferencias en la manera de ver algunos temas, no significa que seamos enemigos. Hablar con la verdad y de frete puede hacerse también con respeto y reconocimiento al presidente de todos los mexicanos”, abundó.
Como si hablara a nombre del bloque de gobernadores que, de manera pública han expuesto sus diferencias con el gobierno federal y le han pedido rectificar, Alfaro dijo que solo le piden al presidente ser escuchados.
“Que los asuntos de interés nacional en los que los estados que formamos este país no estemos de acuerdo con la federación, sean puestos sobre la mesa con voluntad, para encontrar una salida”, expuso.
A cambio ofreció tener voluntad para respaldar el proyecto de nación que encabeza López Obrador y que representa la esperanza de millones de mexicanos.
Pacto fiscal
El gobernador insistió en que sin la ayuda de la federación los estados no podrán hacer frente a la crisis económica que se vive actualmente “de proporciones nunca antes vistas”, por lo que refrendó su petición de convocar a un nuevo pacto fiscal “justo y equitativo” para que las finanzas públicas puedan jugar un papel importante en el proceso de reactivación.
Aclaró que no se trata de “extender la mano para pedir más recursos. No. Se trata de acordar una estrategia que nos permita salir adelante como país”.
Dicha estrategia, dijo, debe construirse en consenso con la iniciativa privada “sin eventos protocolarios, sin agendas particulares disfrazadas del bien común, pero también construidas sin descalificaciones entendiendo que son muchos más los empresarios mexicanos buenos que los malos”.