EE.UU. presentará la próxima semana una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para que extienda el embargo de armas que pesa sobre Irán, una medida que expira en octubre y que Rusia y China han dicho claramente que no quieren renovar.
«La próxima semana, EE.UU. impulsará una resolución en el Consejo de Seguridad para extender el embargo a Irán», anunció este miércoles el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una rueda de prensa.
A priori, la resolución está abocada al fracaso porque Washington no tiene los nueve votos mínimos que requiere una resolución para salir adelante y, en el caso de alcanzarlos, Rusia o China podrían bloquearla porque tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
«La misión del Consejo de Seguridad es mantener la paz internacional y la seguridad. El consejo se estaría burlando de esa misión si permitiera que el principal Estado patrocinador del terrorismo en el mundo compre y venda armas abiertamente», consideró el jefe de la diplomacia estadounidense.
Si el voto fracasa, Pompeo ha sugerido que Washington podría invocar una cláusula que forma parte del acuerdo nuclear de 2015 y que fue diseñado para volver a imponer sobre Teherán todas las sanciones de la ONU que se habían levantado, pero solo en caso de que se comprobara que había violado el pacto.
«De una forma u otra, nos vamos a asegurar de que el embargo de armas se extienda», avisó Pompeo, quien sin entrar en detalles añadió: «No vamos a dejar que el embargo expire el 18 de octubre. Somos conscientes de que esa cláusula es una opción que está disponible para Estados Unidos«.
Las potencias europeas, al igual que China y Rusia, consideran que EE.UU. no tiene derecho a usar ese mecanismo dado que abandonó el pacto de 2015 y dejó de cumplir con sus compromisos.
Países europeos como Francia, Alemania y el Reino Unido son favorables a que continúe el embargo de armas, a pesar de que han sido muy críticos con la decisión del presidente de EE.UU.,Donald Trump, de retirarse en 2018 del acuerdo destinado a evitar que la República Islámica desarrollase armas nucleares.
Por su parte, Rusia y China creen que debe levantarse el embargo a Teherán y rechazan las presiones de Washington.
El futuro del pacto nuclear, suscrito por las principales potencias y que EE.UU. aceptó bajo el Gobierno de Barack Obama, está en el aire por el rechazo de Trump y los posteriores incumplimientos por parte de Irán en respuesta.