Vecinos y voluntarios que trabajaban en la limpieza en uno de los barrios afectados por la explosión el pasado martes en el puerto de Beirut increparon y echaron hoy de la zona al ministro de Educación de Líbano, Tarek Majzoub, cuando visitaba el lugar.

El ministro fue obligado a retirarse de la zona del desastre entre gritos de “dimisión” un día después de que la ministra de Justicia, Marie Claude Najm recibiera una respuesta similar y se fuera de otro barrio entre la indignación de los ciudadanos, informaron medios locales.

Majzoub había acudido a uno de los barrios afectados, el de Karantia, pertrechado con una escoba para unirse a las decenas de beirutíes que han salido a las calles en los últimos días para limpiar las calles de los cristales rotos y los escombros dejados por la deflagración.

Sin embargo, según el diario libanés The Daily Star, el funcionario tuvo que retirarse entre gritos de “Dimisión” y “Preparad la soga” de una multitud enfurecida.

El jueves la titular de la cartera de Justicia fue increpada también mientras recorría el vecindario de Gemayzeh, muy cercano al puerto, según informó el canal de televisión Al Jadeed.

Un grupo de vecinos que se encontraban ayudando a las familias a limpiar sus casas, afectadas por la explosión, comenzó a seguirla increpándola, arrojándole agua y pidiéndole a gritos la dimisión.

Najm realizó varios intentos de dialogar con la multitud, que le gritaba “ministra de la corrupción”, y tuvo que retirarse.

El Líbano atraviesa una grave crisis económica que ya provocó el inicio de multitudinarias manifestaciones contra el gobierno y el régimen sectario del país en septiembre pasado.

Aunque las protestas hicieron dimitir al entonces primer ministro, Saad Hariri, el hartazgo popular continuó y se agravó con la situación provocada por la pandemia de covid-19.

La explosión del martes en Beirut, generada por 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio que se guardaban en un almacén del puerto desde hace años y ha dejado más de 150 muertos, miles de heridos, un número indeterminado de desaparecidos a entre 200 mil y 250 mil personas sin vivienda.