Algunos de los cerca de 200 museos de Ciudad de México, una de las urbes con más recintos culturales del mundo, abrieron sus puertas este martes, aunque con aforo limitado y medidas sanitarias, dentro de la llamada nueva normalidad tras la pandemia del coronavirus.

De manera escalonada, la capital mexicana pretende ir recuperando en sus museos la actividad previa a la pandemia, que suma en el país más de 465.000 casos y 53.000 muertos, por lo que este martes, después de que lo anunciara la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, algunos recintos empezaron a permitir la entrada a un 30 % de su capacidad y con estrictas medidas de desinfección.

Siguiendo las directrices de la Guía Básica para la Reapertura de Espacios Culturales publicada en junio por la Secretaría de Cultura de México, los museos pertenecientes a este organismo no estarán abiertos, pues el documento establece que la reactivación solamente se dará (de una manera restringida) cuando el semáforo sanitario esté en amarillo (actualmente está en naranja).

Por esto, tanto la Red de Museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) como los museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de la capital continuarán, por el momento, con sus actividades en línea.

En el caso de la Red de Museos de la Ciudad de México, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento es el único que retomó su actividad con el 30 % de capacidad y las medidas permanentes, mientras que otros como el Archivo de Fotografía abrirán a partir del miércoles de manera paulatina y se irán conociendo los detalles con el transcurso de los días.

Se adecuaron las salas para que haya la distancia necesaria (…) Ahora que se vaya recuperando el espacio público después de que lo tomara esta enfermedad, hay que regresar paulatinamente para que los ciudadanos puedan acceder a información, pero habrá dinámicas que nunca van a ser de la manera previa», detalló a Efe Luis Gallardo, responsable de la galería «cronistas urbanos» del Museo del Ayuntamiento.

El responsable consideró que poco a poco todo se irá calibrando hasta recuperar una afluencia normal -este martes no hubo apenas visitantes- pero las normas de higiene probablemente se queden para siempre.