El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó el lunes la sala de prensa de la Casa Blanca escoltado por un agente del Servicio Secreto después de que se registrara un tiroteo en las inmediaciones de la residencia presidencial.

Trump había empezado pocos minutos antes su habitual rueda de prensa sobre la situación del coronavirus en Estados Unidos cuando un agente del Servicio Secreto se le acercó interrumpiéndolo y le instó a abandonar la sala ante su desconcierto.

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Según explicó después el propio mandatario, el agente le dijo: «Señor, ¿puede acompañarme?«.

Tras dudar unos segundos, el mandatario y los funcionarios del gobierno que lo acompañaban, como el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, siguieron al agente fuera de la sala.

Trump explicó después que no hizo falta refugiarse en el búnker y que fue escoltado al Despacho Oval, donde recibió una pequeña explicación y esperó a tener el permiso para regresar a la sala de prensa.

Algunos de los reporteros que seguían la comparecencia de prensa informaron que a ellos no se les permitió salir de la sala.

Unos diez minutos después de abandonarla, el mandatario regresó a la sala con una explicación de lo sucedido.

Ha habido un tiroteo, se han llevado a alguien al hospital, desconozco su estado. Parece que el Servicio Secreto le ha disparado”, dijo el presidente.

Trump detalló que el tiroteo habría ocurrido en las inmediaciones de la Casa Blanca y que el sospechoso que resultó herido parece que iba armado y estaba solo.

A preguntas de los periodistas, el mandatario negó estar nervioso por lo ocurrido y sostuvo que “el mundo es un lugar peligroso”.

Durante las protestas raciales que estallaron a finales de mayo en Estados Unidos tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de policías, Trump tuvo que refugiarse momentáneamente en el búnker de la Casa Blanca ante la cercanía de los disturbios que estaban ocurriendo en Washington.