Aunque en 2016 lo calificaron como promesa de la literatura latinoamericana, el nicaragüense José Adyak Montoya es un hombre distraído de las provocaciones del ego, seguro de que si las editoriales no le publicaran, igual escribiría para sí mismo.

En ese caso, seguiría escribiendo para mí y mis cercanos porque desde que tengo memoria lo hago; es algo sin lo que no concibo la vida», confesó en entrevista a Efe Montoya que acaba de publicar su novela «Aunque nada perdure», sobre la escultora Edith Gron.

El volumen de 206 páginas publicado por la editorial Planeta recrea la vida de la artista nicaragüense de origen danés, cuyo nombre pocos recuerdan en Managua, aunque su obra está repartida por la ciudad.

Mi cercanía con Edith surge por cuestiones circunstanciales. Si bien hoy en día es un personaje olvidado por las nuevas generaciones de Nicaragua, mucho de su trabajo monumental es reconocible en Managua porque sus monumentos en la capital son puntos de referencia», explica José Adyak, de 33 años.

  • La obra la forman 39 capítulos en los que el autor narra tres momentos de la vida de la artista y los repite de manera cíclica.