Los incendios forestales en la central provincia argentina de Córdoba se agravaron este martes y obligaron a los brigadistas a redoblar el combate contra las llamas para proteger viviendas, pobladores y animales, en una atípica temporada de quemas en medio de una grave sequía.

El país austral atraviesa «una temporada de incendios que se ha salido de lo que es una temporada normal», advirtió el subsecretario de Gestión de Riesgo y Protección Civil argentino, Gabriel Gasparutti, en su visita a la provincia de Córdoba para asistir al Gobierno local.

Además de las llamas en las sierras de Córdoba también se registran incendios forestales en las islas del delta del río Paraná y en otros puntos de las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Catamarca, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, de acuerdo con información del Servicio Meteorológico Nacional.

«Hay lugares en los que ya hemos tenido situaciones a partir del mes de marzo debido a varias cuestiones climatológicas e hidrológicas que se han combinado», señaló el funcionario, que remarcó que parte de Argentina atraviesa «una sequía prolongada y un invierno muy crudo».

Gasparutti apuntó además a la fuerte baja del caudal del río Paraná, que atraviesa la Argentina desde el noreste hasta su desembocadura en el Río de la Plata, y que aseguró que es la más pronunciada de los últimos 50 años.

«Por lo tanto, donde teníamos habitualmente bañados y humedales hoy hay una gran sequía con pajonales y todo tipo de vegetación que forman un combustible muy importante para provocar estos incendios, que en muchos casos son intencionales», afirmó el subsecretario de Gestión de Riesgo y Protección Civil.

Los pronósticos de lluvia en el centro y este de la Argentina para las próximas horas podría llevar alivio a las zonas afectadas por incendios, aunque las precipitaciones no llegarían hasta Córdoba.

DENODADA LUCHA CONTRA LAS LLAMAS EN CÓRDOBA

Los distintos focos de incendio que asolan el Valle de Punilla, en Córdoba, destruyeron miles de hectáreas de bosque nativo y varias viviendas, obligando a las brigadas a trabajar durante toda la noche para evacuar pobladores y evitar que las llamas llegaran a otras casas en medio de escenas de desesperación y conmoción de los habitantes de estas zonas.

El incendio que comenzó días atrás en la región del norte de Córdoba, cerca de la ciudad de Capilla del Monte, volvió a tomar fuerza y las llamas se dirigían hacia el cerro Uritorco, uno de los principales atractivos turísticos de la zona, según precisó el director general de Defensa Civil provincial, Diego Concha.

«Se trabajó mucho en la zona de Tramontana. Durante la madrugada se debió proteger una confitería y tres viviendas. Además hubo que evacuar gente de El Faldeo», precisó.

En tanto, también avanzó el incendio que comenzó en el cerro Pan de Azúcar, más al sur y cerca de la ciudad de Cosquín, y se acercó a zonas pobladas.

El Gobierno nacional envió cuatro aviones hidrantes y un helicóptero a los que ya trabajan en la lucha contra las llamas en Córdoba, a la vez que se evalúa el envío de otros recursos, como por ejemplo helicópteros del Ejército, según indicó el funcionario nacional.

La provincia de Córdoba declaró en tanto la emergencia agropecuaria en la región del noroeste del distrito afectado por los incendios, a la vez que envió alimento para los animales de emprendimientos perjudicados por la quema de pasturas.