Las autoridades afganas elevaron este martes a 190 el número de muertos y a 12 el de desaparecidos por las inundaciones repentinas que golpearon la semana pasada una docena de provincias de Afganistán, destruyendo a su paso más de 1.000 casas.
«Desafortunadamente, en las inundaciones de la semana pasada 190 personas murieron» en 13 provincias del país, afirmó hoy en una rueda de prensa el viceministro de Gestión de Desastres Naturales, Ghulam Bahauddin Jilani.
Las precipitaciones que comenzaron el pasado miércoles y afectaron a 15 de las 34 provincias de Afganistán «destruyeron completamente» más de 1.000 casas, mientras que otras 3.000 resultaron dañadas de forma parcial, detalló.
A lo largo de los últimos siete días las autoridades han ido aumentando significativamente el número de víctimas conforme avanzaban las labores de rescate.
Aún así, el viceministro indicó que como las labores de rescate continúan, «el número de víctimas y viviendas afectadas puede cambiar en los próximos días».
Los órganos gubernamentales en cooperación con otras organizaciones humanitarias continúan brindando asistencia a las personas afectadas por las lluvias.
La provincia de Parwan, en el norte afgano, ha sido la más afectada, y «las operaciones de búsqueda y rescate aún continúan», dijo el ministro.
Afganistán sufre con frecuencia desastres naturales que provocan numerosas pérdidas humanas, como los corrimientos de tierra en los que murieron 2.000 personas en mayo de 2014 en el noreste del país, una situación agravada por casi dos décadas de guerra.