La tormenta tropical Nana se degradó este jueves a una depresión tropical con vientos máximos sostenidos de 35 millas por hora (55 km/h) mientras avanza por el oeste de Guatemala y hacia el sureste de México para luego alcanzar las aguas del Pacífico como un sistema debilitado.
La #TormentaTropical #Nana se debilitó a #DepresiónTropical sobre el oeste de Guatemala. Su centro se localiza a 115 km al este-sureste de Comitán, #Chiapas. Para más información visita la liga https://t.co/iGFK4ksszu pic.twitter.com/TAMcQNlyHO
— CONAGUA Clima (@conagua_clima) September 3, 2020
A las 16.00 hora local (21.00 GMT) el centro de Nana fue localizado a 220 millas (350 km) al oeste-noroeste de Belize City, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense, que tiene su sede en Miami.
En la trayectoria pronosticada, el ojo de la depresión tropical continuará moviéndose esta noche sobre el oeste de Guatemala y el sureste de México, para luego desplazarse sobre el Golfo de Tehuantepec, en el océano Pacífico.
Nana arribó este jueves a suelo guatemalteco y según las autoridades de protección civil avanzó por el norte del país sin causar mayores daños en el territorio.
Las autoridades indicaron que esperan lluvias para los próximos días y están en constante monitoreo de cualquier emergencia debido a las lluvias asociadas.
En el centro y oeste de Guatemala y los estados mexicanos de Chiapas se pueden acumular hasta 8 pulgadas (20 cm) en algunas zonas.
Estas cantidades de lluvia pudieran producir inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra amenazantes a la vida, indicó el NHC.
Por otro lado, en el Atlántico norte, la depresión tropical Omar se mueve hacia el este-sureste en mar abierto y se ubicó a las 17.00 hora local (21.00 GMT) a 345 millas (555 km) al noreste de las islas Bermudas.
Sus vientos máximos son de 35 m/h (55 km) y su pronóstico es de convertirse en un «remanente bajo» este viernes o «quizá antes», de acuerdo con el observatorio estadounidense.
Según el gráfico del NHC, en estos momentos hay en el Atlántico dos disturbios -una baja presión y una onda tropical- con un 20 % de probabilidades de convertirse en ciclones en 48 horas.
Ambos se encuentran relativamente cerca de las islas de Cabo Verde.