El austríaco Josef Köberl, conocido en su país como el «hombre de hielo», logró batir este sábado su propio récord mundial al permanecer 2 horas, 30 minutos y 53 segundos de pie en una cabina llena de cubitos de hielo, vestido únicamente con un bañador.

La nueva plusmarca, la segunda desde el verano pasado, se registró en la plaza central de Melk, una histórica ciudad a unos 80 kilómetros al oeste de Viena, donde decenas de personas animaban al atleta, conocido por sus hazañas en el frío.

Köberl, un funcionario público de 43 años de edad, no solo pretendía superar su anterior récord, sino lanzar un mensaje de concienciación sobre la crisis climática y el deshielo de los glaciares.

GLACIARES EN PELIGRO

«En Alemania hay cinco glaciares. Los científicos dicen que en diez años solo quedará uno», explicó el atleta a Efe pocas horas antes de meterse en la cabina de hielo.

«Tengo dos hijos, y en el futuro quiero ir con ellos a un glaciar, que lo vean, que puedan estar en él», agregó Köberl.

«Tendremos un problema los próximos diez, veinte años, si no hacemos nada para cambiarlo», aseguró el austríaco.

El «hombre de hielo» espera que los políticos y los empresarios, al ver su hazaña, escuchen también su mensaje y sean conscientes de la enorme pérdida que supondría la desaparición de los glaciares.

DOS RÉCORDS EN DOS AÑOS

El año pasado, Köberl le arrebató el récord mundial de «máxima duración de contacto físico total con el hielo» al chino Jin Songhao.

Fue en la ciudad de Viena, donde, en el momento de la prueba, la temperatura era de más de 30 grados.

«Al respirar, el aire caliente me entraba en el pecho y me calentaba el cuerpo», recordó. Este sábado, la temperatura en Melk era apenas más baja, con 27 grados.

La idea de pasar el mayor tiempo posible en un tanque de hielo se le ocurrió al propio Köberl cuando le iban a entrevistar en un programa de televisión austríaco.

El atleta llevaba ya un tiempo realizando diferentes hazañas de natación en aguas frías, y decidió que para la entrevista atendería a las preguntas sentado en una bañera llena de cubitos de hielo para así demostrar su resistencia a las bajas temperaturas.

Al terminar, buscó si existía algún récord para lo que acababa de hacer, y descubrió que lo ostentaba Jin, que había logrado estar casi dos horas cubierto de hielo.

Köberl sabía que podía aguantar más, así que el año pasado organizó un evento frente a la estación central de Viena y estuvo 2 horas, 8 minutos y 47 segundos encerrado en una cabina de plástico, cubierto de hielo, y con médicos monitorizando su estado de salud en cada momento.

En esta ocasión el «hombre de hielo» buscaba superar las dos horas y media, algo que estaba convencido de poder lograr después de los entrenamientos que ha llevado a cabo en el glaciar de Hintertux (Tirol austríaco).

«Sé cuándo parar porque me empieza a entrar una especie de ‘visión de túnel’. Cuando dejo de ver bien por los lados es que llevo demasiado tiempo (en el hielo)», explica.

NUEVOS DESAFÍOS

Al salir del hielo, Köberl estaba cansado, pero lúcido. Le ofrecieron un helado. «Esta vez ha sido más difícil, pero lo bueno es que puedo más. El año que viene volveré a hacerlo, seguramente en Los Ángeles (EEUU)», aseguró el deportista.

También adelantó que es probable que busque superar su marca hasta llegar a las tres horas.

El austríaco se prepara además para batir el récord mundial de nadar una milla (1.609 metros) en agua helada, con una temperatura inferior a los cero grados.

Su idea era hacerlo el pasado mes de marzo en el glaciar de Hintertux, donde la temperatura bajo la superficie está cerca del grado bajo cero, pero la pandemia frustró sus planes.

Si todo sale bien, será en marzo de 2021 cuando Josef Köberl, el «hombre de hielo», se enfrente a este nuevo desafío.