Bogotá amaneció este jueves con un desolador panorama. Tras vivir una noche de protestas y vandalismo, que se extendió hasta la madrugada, se conoció que siete personas perdieron la vida, cinco en la capital y dos más en Soacha. Además, se reportaron 140 personas heridas.

«Siete particulares resultaron muertos, cinco en Bogotá y dos en Soacha», manifestó el subdirector de la Policía, general Gustavo Moreno, en una rueda de prensa con el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en la que añadió que 55 civiles y 93 uniformados sufrieron lesiones durante la ola de vandalismo en la que fueron incendiadas instalaciones policiales y autobuses públicos.

La trágica jornada que vivió la capital del país arrancó en la tarde del miércoles cuando las protestas se dieron en el CAI de Villa Luz, lugar en el que habría muerto el ciudadano Ordóñez.

Una turba de personas en poco minutos destruyeron el CAI y luego se enfrentaron con la Policía hasta pasadas las 10 de la noche, provocando quema del CAI, un carro de la Fiscalía, y saqueo del comercio del sector.

Dicho escenario se repitió por diferentes barrios de la capital de Colombia, con las redes sociales de testigo.

Pasadas las 10 de la noche el balance ya era preocupante, ataques a los CAI en localidades de Suba, Kennedy, Fontibón, Engativá, entre otros. La mayoría de esos lugares fueron saqueados y luego eran quemados. En los mismos la protesta fue dispersada con la presencia del Esmad.

También la turba empezó a quemar buses, tanto del servicio de Transmilenio como de los SITP. En un parqueadero, en sector de Bosa, fueron quemados cinco buses articulados quemados. En varios sectores de la cuidad, como en el centro de la capital, fueron saqueados varias entidades financieras como también los cajeros electrónicos.

La situación del orden público obligó a una reunión de los organismos de seguridad de Bogotá como del gobierno nacional, que en el Puesto de Mando Unificado, incluso tuvo la presencial del presidente de la República, Iván Duque.