Analizar y actualizar el Plan Familiar para la Prevención de Riesgos y preparar una mochila de emergencia, con artículos de higiene y de protección frente al coronavirus, son las alternativas que planteó la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México luego de que este 19 de septiembre no se realizó el acostumbrado macrosimulacro.

El gobierno de la Ciudad de México y la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) determinaron cancelar el ejercicio de este año debido a la contingencia sanitaria, con el fin de evitar aglomeraciones y que la gente se exponga en la calle a posibles contagios de covid-19.

El macrosimulacro se realiza año con año con el fin de capacitar a la población para reaccionar oportunamente ante sismos de gran magnitud, como los sucedidos en 1985 y 2017 en la Ciudad de México.

Dado que la cancelación de este macrosimulacro se derivó de la crisis sanitaria, las autoridades añadieron que una vez que se supere la misma se retomarán estas medidas para reforzar la cultura de prevención, por lo que este año no habrá.

El último macrosimulacro se llevó a cabo el pasado 20 de enero, en el cual se estimó una participación de alrededor de 50 millones de personas.

Debido a todo esto, también se eliminó toda posibilidad de tener que activar la alerta sísmica en la Ciudad de México, la cual solo se activaría en caso de existir un sismo real y que cumpla con los parámetros para ello.

Para que la alerta sísmica se active y suene en la Ciudad de México, los algoritmos de los sensores deben detectar un sismo de al menos 6 grados de intensidad y que las ondas provengan de las costas de Guerrero, de Jalisco, Colima o Michoacán para activar los protocolos y lanzar la alerta con hasta 2 minutos de anticipación, según la cercanía y la intensidad del temblor.