La Unión Europea (UE), varios líderes de ese continente y el papa Francisco reclamaron este viernes en la Asamblea General de Naciones Unidas más unidad y más solidaridad ante la pandemia del coronavirus y la crisis que ha desencadenado.

El shock que ha golpeado al mundo supone, según destacaron, una enorme amenaza para todos, pero también una ocasión para reimaginar un planeta mejor.

«Esta tragedia nos ha cambiado, pero también nos ha ofrecido una oportunidad para un nuevo comienzo, que nos corresponde aprovechar«, resumió Giussepe Conte, el jefe del Gobierno de Italia, que fue uno de los primeros países golpeados por el virus.

Otra de las naciones europeas más afectadas y que ahora vive un fuerte repunte de casos, España, hizo un alegato a favor de la unidad para poder “salvar el planeta” de todos los problemas a los que se enfrenta.

«La unidad permite progresar conjuntamente. La unidad conjura conflictos. La unidad salva vidas. La unidad, y solo la unidad, puede salvar el planeta. Y debemos actuar. Hay que dar nuevos pasos. Y hay que darlos ya. En temas concretos, con decisiones concretas», defendió en su discurso el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

IMAGINAR UN MUNDO MÁS JUSTO

El papa Francisco, cinco años después de visitar la sede de la ONU, regresó a la organización -esta vez por medio de un mensaje en video- para lanzar una advertencia sobre el aumento de la desigualdad, el clima de confianza internacional y la erosión del multilateralismo.

«La comunidad internacional tiene que esforzarse para terminar con las injusticias económicas«, señaló, urgiendo a la ONU a responder «al rápido aumento de la desigualdad entre los súper ricos y los permanentemente pobres” y llamando a reducir las sanciones internacionales que dificultan a algunos Estados el apoyo a sus poblaciones en estos momentos.

Francisco consideró que la actual crisis puede ser una oportunidad real para la transformación de las formas de vida actual y los sistemas económicos y sociales, para reducir brechas, pero al mismo tiempo reconoció que puede derivar en una «retirada defensiva con características individualistas y elitistas«.

En esa misma línea, Conte defendió que el mundo está ante una encrucijada y apostó por impulsar un «nuevo humanismo que ponga a las personas en el centro».

«Queremos aprovechar las oportunidades de cambio para combatir la injusticia y la desigualdad, porque una sociedad más equitativa e inclusiva no es sólo más justa, es también más próspera y, globalmente, más democrática«, afirmó el líder italiano.

Para el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la crisis “sin precedentes” causada por la pandemia ha “exacerbado las debilidades de países frágiles”, pero también ha “revelado la fragilidad de países que pensaban que eran fuertes”.

Nos ha lanzado a todos en la misma batalla repentina, contra el mismo enemigo común”, señaló el político belga en representación de la UE.

LA VACUNA, PARA TODOS

En la gestión más inmediata del virus, el bloque comunitario reiteró su compromiso para lograr que el acceso a las futuras vacunas contra el coronavirus sea equitativo, algo que es «un imperativo moral, absoluto, innegociable«, según Sánchez.

Conte, en ese sentido, destacó que la pandemia ha dejado claro que la humanidad no se puede permitir que la sanidad sea «un lujo en demasiados lugares«.

También el papa pidió que se garantice «el acceso a las vacunas contra la COVID-19 y a las tecnologías esenciales necesarias para atender a los enfermos«, subrayando que “si hay que privilegiar a alguien” ese debe ser “el más pobre, el más vulnerable, aquel que normalmente queda discriminado por no tener poder ni recursos económicos«.

PALESTINA Y EL MEDITERRÁNEO ORIENTAL

Fuera de la pandemia, varios conflictos tuvieron este viernes su hueco en la Asamblea General, empezando por el de Oriente Medio, con una intervención del presidente palestino, Mahmud Abás, que pidió a la ONU que organice para principios del año próximo una conferencia internacional que lance un nuevo proceso de paz.

Abás volvió a dejar claro su rechazo a los llamados Acuerdos de Abraham impulsados por Estados Unidos y sellados recientemente por Israel para normalizar relaciones con Emiratos Árabes Unidos y Baréin y fue muy duro con los países árabes que están optando por esta vía.

«Quienes creen que los palestinos pueden convivir con la ocupación o ser sometidos con presión y dictados viven bajo una ilusión, al igual que aquellos que están siendo engañados para creer que pueden sortear a nuestra gente», insistió.

La actual tensión en el Mediterráneo Oriental, que ha resonado en Naciones Unidas en los últimos días, tuvo un nuevo capítulo de la mano del primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, tras las intervenciones en los últimos días de Turquía y Chipre.

Mitsotakis optó por la diplomacia y se mostró dispuesto a dar una oportunidad a las negociaciones con Ankara para resolver la controversia en torno a las prospecciones turcas en busca de hidrocarburos en aguas de soberanía o que se solapan con las zonas económicas exclusivas de Grecia y Chipre.