Por considerar invasivo el uso del cubre bocas, muchas personas han optado por utilizar caretas de plástico en su lugar, pero ¿en realidad son efectivas?
Un estudio del Centro de Riken de Ciencias Computacionales, de Japón, señala que las caretas son útiles para proteger a quien las usa de algunas gotas grandes generadas por otras, pero no sirve como barrera efectiva para que el usuario propague las suyas.
Al usar las caretas sin cubre bocas, las primeras resultan ineficaces para atrapar los aerosoles respiratorios que se expulsan al toser, según los modelos que simulo el estudio del Centro Riken.
El estudio indica que las gotas aéreas con un tamaño de 5 micrómetros o menos, se escapan a través de las pantallas de plástico que se utilizan como caretas para tratar de prevenir contagios de SARS-CoV-2.
Este trabajo también indica que los cubre bocas retienen al menos el 80% de los micro organismos expulsados, lo cual demuestra la efectividad para retardar y frenar contagios de COVID-19.
Pasados casi 10 meses de la aparición del nuevo virus SARS-Cov-2 que genera la enfermedad COVID-19 la recomendación es usar caretas acompañada de cubre bocas para aumentar su efectividad.