La Comisión Estatal de la agencia espacial rusa, Roscosmos, aprobó hoy la composición de la tripulación que mañana partirá a bordo de la nave Soyuz MS-17 a la Estación Espacial Internacional (EEI).
La tripulación principal estará compuesta por los cosmonautas rusos Serguéi Rízhikov y Serguéi Kud-Sverchkov y la astronauta de la NASA Kathleen Rubins.
La tripulación suplente está compuesta por los cosmonautas rusos Oleg Novitski y Piotr Dubrov y el astronauta de la NASA Mark Thomas Vande Hei.
De este modo, según Roscosmos, «se confirma la total preparación del cohete portador Soyuz-2.1a y la infraestructura terrestre para el lanzamiento».
La nave tripulada Soyuz MS-17 a bordo será lanzado a las 05.44 GMT desde el cosmódromo de Baikonur, en la estepa kazaja por el esquema ultra rápido de vuelo.
Será el primer vuelo tripulado de la Historia en llegar a la EEI en solo 3 horas y 5 minutos tras dar dos vueltas alrededor de la Tierra.
«El esquema fue calculado y modelado hace tiempo, ha sido probado en cinco cargueros espaciales Progress, las tripulaciones superaron la preparación de vuelo y no supondrá ningún tipo de sobrecarga o dificultad adicional para los cosmonautas», afirmó Rízhikov en una rueda de prensa.
El cosmonauta ruso expresó su confianza en la seguridad de la nave y aseguró que llegarán a la EEI «más rápido» que desde la Ciudad de las Estrellas, en las afueras de Moscú, hasta el cosmódromo Baikonur, ubicado en Kazajistán.
Entre las misiones que deberá cumplir la actual tripulación está el sellado de las microfuga de aire detectada en la estación a fines de agosto.
«No existe una instalación absolutamente hermética, las microfugas siempre han existido y existirán, el asunto radica en que la actual supera un poco lo previsto, pero no afecta en modo alguno ni la seguridad de la tripulación ni la capacidad de trabajo de la Estación», explicó Rízhikov.
El cosmonauta ruso, capitán de la actual tripulación, afirmó que llevarán a la EEI «equipamiento adicional» que permitirá «detectar de un modo más preciso el lugar de la fuga».
«Además llevaremos material hermético adicional para sellar la fuga», agregó.
La fuga en la EEI fue detectada el pasado 20 de agosto, tras lo cual los actuales tripulantes de la estación llevaron a cabo varias pruebas para detectar en qué módulo tenía lugar el escape.
El director general de Roscosmos, Dmitri Rogozin, ha afirmado que se trataba de una fuga insignificante y apenas perceptible por el equipamiento, y podía haber surgido debido al impacto de micrometeoritos.
Según adelantó a fines de septiembre el propio Rízhikov en otra rueda de prensa, la tripulación estará a bordo de la EEI 177 días, durante los cuales los cosmonautas rusos tienen previsto realizar dos caminatas espaciales.