México exigió este martes investigaciones «transparentes, imparciales y expeditas» sobre la muerte a manos de las autoridades estadounidenses de dos hombres mexicanos en San Diego (California, EU.), en dos casos diferentes en un espacio de cuatro días.

El Gobierno de México ha solicitado a las autoridades locales sendas investigaciones transparentes, imparciales y expeditas sobre las circunstancias de estas muertes con ánimo de esclarecer los hechos», dijo a Efe el cónsul mexicano en San Diego, Carlos González.

La madrugada del pasado lunes, el mexicano José Alfredo Castro Gutiérrez falleció por un disparo de un agente de la Policía de San Diego, mientras que otro mexicano, del que aún no se ha revelado la identidad, perdió la vida el pasado viernes tras otro disparo de un miembro de la Patrulla Fronteriza cerca del puente internacional que conecta esa ciudad con Tijuana (Baja California, México).

Estos dos episodios, que González catalogó de «desafortunada coincidencia», hicieron que México pidiera explicaciones a las autoridades estadounidenses por el «desproporcionado» uso de la fuerza letal.

Nos preocupa que muy probablemente en ambos casos nuestros connacionales tenían problemas de salud mental y eso les hacía particularmente vulnerables», agregó el diplomático.

En una llamada con Efe, el abogado de la familia de Castro, Eugene Iredale, especialista en casos de abuso policial, argumentó que el mexicano fallecido «sufría de esquizofrenia y estaba muy paranoico» en el momento del fatal desenlace.

Según vídeos e imágenes de cámaras de la calle a las que tuvo acceso Efe, Castro corrió hacia varios agentes de policía, que primero dispararon una bala de goma, luego utilizaron un Taser, y finalmente le mataron de un disparo.

Creemos que el uso de fuerza letal fue innecesario, trágico y criminal; especialmente porque él no llevaba nada encima», apuntó el letrado.

Tanto él como la esposa del fallecido, que también conversó con Efe, señalaron que Castro «estaba pidiendo ayuda de la policía porque tenia una crisis de pánico y pensaba que le estaban siguiendo».

Reclamamos que se esclarezca lo sucedido y que quede claro que él de viva voz dijo que necesitaba ayuda de la policía», dijo la mujer del fallecido, entre llantos.

El Departamento de Policía de San Diego se encuentra investigando las dos muertes, y la defensa de la familia de Castro espera que su caso sea resuelto en un mes.

Dependiendo del resultado de las pesquisas, Iredale aseguró que presentarán una demanda civil contra el cuerpo policial y el agente que le disparó mortalmente a Castro.

El oficial que apretó el gatillo, cuya identidad no ha sido revelada, permanecerá dos semanas cobrando sin trabajar y luego regresará a su puesto de empleo, según la defensa de la familia del fallecido.

  • En el caso del otro mexicano que murió a manos de los agentes fronterizos, todavía no se ha dado a conocer públicamente su nombre ni las circunstancias concretas de su muerte.