El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentará crear más de 2 millones de nuevos empleos para los latinos en su país si es reelegido para un segundo mandato, y continuará con su política de sanciones a Cuba, Venezuela y Nicaragua, aseguró este jueves la Casa Blanca.
Esas promesas forman parte de un plan económico para los latinos que la Casa Blanca presentó apenas cinco días antes de las elecciones del 3 de noviembre, en las que los hispanos tendrán un papel decisivo en estados como Florida, Arizona, Texas y Nevada.
«Con los hispanos, construiremos de nuevo la mejor economía de la historia, incluso mejor que antes» de la pandemia, dijo una alta funcionaria estadounidense, que pidió el anonimato, en una rueda de prensa telefónica.
El llamado «plan del sueño americano«, al que tuvo acceso la agencia Efe, es un documento de apenas dos páginas que contiene promesas ambiciosas pero generales, y que no explica cómo conseguiría esos objetivos.
Si gana un segundo mandato, Trump «crearía un entorno económico que producirá más de 2 millones de nuevos empleos en la comunidad hispana«, y que añadirá «a la economía 500 mil negocios propiedad de hispanos«, además de «mejorar el acceso al capital» para esas empresas, señala el plan.
«Los pequeños negocios hispanos, y en particular los controlados por latinas, son los que más rápido crecen en nuestra economía, y aunque la crisis de covid-19 los ha perjudicado, estamos viendo ya cómo se recuperan«, subrayó la citada funcionaria.
La crisis económica derivada de la pandemia ha afectado especialmente a los latinos, y aunque la tasa de desempleo entre los hispanos ha bajado notablemente después de alcanzar un récord del 18.9 por ciento en abril, la economía estadounidense solo ha recuperado el 54 por ciento de los empleos que se perdieron debido a la situación sanitaria.
Los hispanos son la minoría más numerosa en las elecciones presidenciales que concluyen la próxima semana, con 32 millones de latinos que pueden votar, y ambas campañas están cortejándolos en la recta final de la campaña.
A superar margen de 2016
En 2016, Trump ganó apenas 28 por ciento del voto latino, pero lejos de perder parte de esos apoyos a lo largo de su primer mandato -como le ha ocurrido con sus simpatizantes blancos-, alrededor del 30 por ciento de los votantes hispanos aseguran que siguen respaldando al mandatario, y su campaña confía en mejorar ahora su marca de hace cuatro años.
En lugar de revivir la retórica antiinmigrante de su campaña de 2016, Trump se ha centrado más en mensajes económicos, y el plan divulgado por la Casa Blanca también contiene promesas en el ámbito educativo, como la de distribuir un millón de becas para educación primaria y secundaria (K-12) a familias hispanas.
El documento también promete que Trump «apoyará las políticas y normas que impongan sanciones a regímenes comunistas en Sudamérica y Centroamérica, incluidas Venezuela, Cuba y Nicaragua«, uno de los puntos que hace que muchos latinos de origen cubano o venezolano apoyen al presidente en el estado clave de Florida.
Por último, Trump insiste en que buscará «una solución permanente» para los indocumentados conocidos como «Dreamers«, después de sus intentos de acabar con el programa DACA que les daba alivio migratorio y que ahora sigue vivo, aunque debilitado, gracias a una decisión del Tribunal Supremo.