Vista para la sentencia la clasificación a octavos de final del Barcelona, la firmeza resultadista con su pleno de triunfos en tres jornadas contrasta con el poco brillo mostrado ante un Dinamo Kiev con trece bajas. Un triunfo que no cura heridas. Peores sensaciones dejó un París Saint-Germain sin Neymar ni Mbappé, que se estrelló en su visita al Leipzig.

En el cierre de la tercera jornada de la Liga de Campeones destacó la pasión del Sevilla. Uno de esos partidos que con público en las gradas pasaría a ser recordado como fruto de una noche mágica en competición europea, remontando en inferioridad numérica.

En 21 minutos el Krasnodar, aquella ciudad de mal recuerdo para Julen Lopetegui donde fue cesado como seleccionador a puertas del inicio de un Mundial, volvió a intentar dejar un poso negativo al técnico. Dos goles y un equipo alejado de la actitud que desea provocó cambios de los que dejan señalados a jugadores a la media hora de partido. Koundé y Sergio Escudero fueron los sacrificados antes de la reacción.

Ivan Rakitic con un testarazo cruzado levantó a su Sevilla y ni la expulsión de Jesús Navas al borde del descanso, evitó la remontada. Youssef En-Nesyri firmaba un doblete en un paso de gigante hacia el pase a octavos (3-2). Sería de la mano de un Chelsea que sigue líder. Pasó por encima del Rennes con facilidad (3-0), con doblete de Timo Werner y un tanto de Tammy Abraham en un encuentro sin historia por la rigurosa expulsión de Dalbert por una segunda amarilla en una mano involuntaria dentro de su área a los 40 minutos.

Más que encarrilada la clasificación la tiene el Barcelona que se suma a Bayern Múnich, Liverpool y Manchester City, como equipos que disputan por certificar primero el pase a octavos. Sin embargo los de Ronald Koeman no cumplieron el guión en un día perfecto para recuperar la confianza perdida en Liga. El Dinamo de Kiev con trece bajas llegó a acariciar el empate si no es por la seguridad de Ter Stegen. El día de su regreso sacó cuatro manos salvadoras.

Mandaba en el partido el Barcelona gracias a un nuevo tanto de penalti del argentino Leo Messi, pero perdonó ocasiones tan claras como la de Antoine Griezmann con toda la portería para marcar a placer antes de rematar fuera, que ni el tanto de Gerard Piqué le hizo sentir el duelo sentenciado. A quince minutos para el final marcó Tsygankov y el sufrimiento marcó una noche que debió de ser plácida. La tuvo el Juventus en su visita al Ferencvaros, con Álvaro Morata llamando a las puertas de su regreso a la selección con un doblete, que repitió el argentino Dybala con errores defensivos groseros del equipo húngaro.

Los batacazos de la jornada llegaron en un Grupo H que se comprime. La firmeza en la ‘Champions’ del Manchester United se desplomó en Estambul (2-1). El Istanbul Basaksehir le derrotó con goles al contragolpe de Demba Ba y Edin Visca. De nada sirvió el tanto de Martial. Era una buena oportunidad para el PSG que parecía encarrilar con gol tempranero del argentino Ángel di María la visita al Leipzig, pero acababa siendo remontado con goles de Nkunku y Forsberg de penalti. Añoró a sus referentes Neymar y Mbappé, y acabó desquiciado (2-1), con nueve jugadores por las expulsiones de Idrissa Gueye y Kimpembe. Dos derrotas en tres jornadas y una situación inesperada para el subcampeón de Europa.

  • El golpe de autoridad lo dio el Borussia Dortmund en casa del Brujas. El doblete de Erling Haaland y un gol de Thorgan Hazard, el hermano de Eden (0-3), le dieron el liderato del Grupo F tras el segundo empate del Lazio en su visita al Zenit. A ocho minutos del final el ecuatoriano Felipe Caicedo evitó la derrota del conjunto italiano (1-1), que añoró a Ciro Inmobile y Luis Alberto.