Un total de 2.170 personas murieron y más de 3.300 resultaron heridas por minas antipersonas en el año 2019, a pesar de que el tratado de prohibición de éstas, ratificado por 164 países, lleva 23 años en vigor, denunció un informe presentado hoy por la campaña internacional contra este armamento.

Según la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonas, el número de muertos y heridos por estos artefactos ha sido un 20 % menor al de 2018, pero es el quinto año consecutivo con cifras muy elevadas, debido a factores como el incremento de conflictos armados.

Un 80 % de las víctimas fueron civiles, y de ellas casi la mitad (43 %) niños, señala el informe, en el que se indica que los países más afectados fueron Afganistán, Mali, Ucrania, Yemen, Nigeria, Irak y Colombia.

El estudio señala que el esfuerzo por avanzar hacia un mundo libre de minas se ha visto entorpecido en 2020 por la pandemia de la Covid-19, que ha paralizado las labores de desminado y redujo los recursos para las actividades de asistencia a las víctimas en varios países.

Según el informe, Birmania (Myanmar), que no es parte del tratado internacional de prohibición, fue el único Estado cuyo ejército usó minas antipersonas en el periodo estudiado, en el que grupos armados no estatales las utilizaron, al menos, tanto en ese país como en Afganistán, Colombia, la India, Libia y Pakistán.

La campaña manifestó asimismo su preocupación por el cambio de actitud de Estados Unidos hacia este armamento.

«El año pasado tuvimos un gran revés debido a que la Administración de Donald Trump insistió en que todavía se podía dar un uso militar a las minas antipersonas», declaró el director de la División de Armas de Human Rights Watch, Stephen Goose, quien espera que esto cambie con el futuro Gobierno de Joe Biden.

Uno de los problemas a los que se enfrenta la lucha contra las minas antipersonas es la reducción en la financiación internacional en este campo, que cayó en 2019 por debajo de los 600 millones de dólares por primera vez desde 2016.

Las contribuciones de los donantes y de los Estados afectados disminuyeron en este sentido un 7 %.

Al menos 28 Estados afectados realizan actividades de educación en el riesgo para la población, lo que supone un «pilar fundamental de la acción contra las minas antipersonas», según afirma la especialista en investigación sobre contaminación, desminado y educación en el riesgo de minas, Ruth Bottomley.

Según el informe, al menos 156 kilómetros cuadrados de tierra fueron limpiados de minas en 2019 y se destruyeron más de 123.000 minas antipersonas, lo que supone un aumento desde 2018.