Decenas de personas salieron hoy a las calles de los distintos campamentos de refugiados saharauis en la región argelina de Tinduf para mostrar su apoyo al Frente Polisario y pedir que se les dote de armas para una eventual guerra con Marruecos tras el incidente armado de este viernes en el paso fronterizo de Guerguerat.

De madrugada, unidades marroquíes cruzaban por tres puntos distintos el muro de separación construido en el desierto con el objetivo declarado de disolver el campamento instalado el pasado 21 de octubre por decenas de activistas saharauis y romper el bloqueo que mantenían en la ruta comercial que une Mauritania y zonas ocupadas por Marruecos en el Sahara Occidental.

La incursión se topó con la respuesta de las fuerzas saharauis, que según explicaron a Efe fuentes militares en los campamentos, «entablaron varios combates y resistieron en la zona de Tifarit».

«Desde primera hora de la mañana, el Ejército saharaui estaba en alerta por los movimientos que ocurrían en la zona. Cuando estaban saliendo los marroquíes, el Ejército saharaui tuvo que intervenir rápido. Hizo un disparo táctico para tener tiempo y hacer retroceder a los marroquíes mientras se evacuaba a los civiles», explicó a Efe una fuente saharaui.

Escasas horas después, decenas de jóvenes se concentraban frente a la sede del ministerio saharaui de Defensa, situado en el campamento de Rabuni, capital administrativa de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), para alistarse como voluntarios y exigir armas.

Al grito de «libertad, independencia», «entregaremos nuestra alma y nuestra sangre por la tierra saharaui», los congregados apostaron por la guerra como única vía para acabar con «el engaño marroquí» y recuperar «la tierra y los derechos robados».

«Esta mañana hemos escuchado por los altavoces de un grupo de jóvenes que pedían voluntarios para entrar en las filas del Ejército. Los jóvenes estamos ansiosos por partir a la línea del frente», explicó a Efe un de ellos, procedente de un campamento vecino.

Fuentes del Gobierno saharaui precisaron, por su parte, que si bien se trata de una iniciativa privada, si se le ha transmitido a la población que «se prepare para la siguiente fase de la lucha».

DESPLIEGUE POLICIAL EN LAS ZONAS OCUPADAS

En este ambiente de tensión bélica, organizaciones de la sociedad civil saharaui denunciaron que las fuerzas marroquíes reforzaron las medidas de seguridad y represión en las ciudades y zonas ocupadas para tratar de evitar manifestaciones y posibles disturbios.

Según dijeron a Efe fuentes del grupo «Equip Media», desde primera hora del viernes «la policía de ocupación y las fuerzas auxiliares impusieron una estricta vigilancia alrededor de las casas de los militantes del Frente Polisario y de defensores de los derechos humanos en lo que parece un intento de atacarlos o intimidarlos, como ha ocurrido en la brecha de Guerguerat».

» En el Aioun hemos sido testigos de una fuerte presencia de militares y policías que bloqueaban las principales calles y barrios. También de funcionarios y unidades encargadas de recopilar información (de inteligencia) sobre la población», agregaron.

CUATRO SEMANAS DE TENSIÓN

La tensión en el región de Guerguerat, que permite a los saharauis asomarse al Mediterráneo, se ha disparado desde que hace cuatro semanas un numeroso grupo de activistas levantaran un campamento en esta importante vía comercial y anunciaran que impedirían todo tipo de tránsito, excepto de civiles y solo por razones humanitarias.

Los congregados anunciaron que permanecerían allí hasta la las tropas marroquíes se retirasen y la ONU cumpliera con su compromiso de convocar un referéndum de autodeterminación para resolver uno de los escasos conflictos territoriales que quedan abiertos de la época colonial.

Días atrás, los manifestantes denunciaron que el Ejército marroquí y agentes de paisano se habían colocado a apenas tres kilómetros de su campamento y el Polisario puesto a sus tropas «en estado de máxima alerta» antes de advertir que considera la tregua de 1991 «un armisticio temporal» sujeto a la celebración de la consulta entonces aceptada.

DENUNCIA ANTE LA ONU

En esta atmósfera de conflicto, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y Secretario General del Polisario, Brahim Ghali, denunció el ataque ante la ONU y advirtió que lo considera «una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego».

En una carta dirigida al secretario general, Antonio Gutierres, Ghali responsabilizó a Rabat y argumentó que con su operación «el estado ocupante marroquí ha socavado gravemente no solo el alto el fuego y los acuerdos militares, sino también cualquier posibilidad de lograr una solución pacífica y duradera”.

«Responsabilizamos plenamente al Estado ocupante marroquí de las consecuencias de su operación militar, y pedimos a Naciones Unidas que intervengan urgentemente para poner fin a esta agresión contra nuestro pueblo y nuestro territorio”, concluyó.