Uno de los participantes en las masivas protestas del fin de semana en Perú reapareció este martes después de tres días en paradero desconocido y denunció haber sido secuestrado y golpeado por la Policía Nacional en una habitación donde estuvo «sin agua ni comida».
Luis Fernando Araujo, uno de los más de 40 jóvenes que desaparecieron tras la gran protesta del sábado y que paulatinamente están reapareciendo, fue ubicado hoy en las inmediaciones del Hospital Dos de Mayo, del centro de Lima, según informó la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh).
A su salida del centro médico, Araujo afirmó en un vídeo difundido en redes sociales por Aprodeh que fue retenido y agredido por el grupo Terna, una división de la Policía Nacional de Perú (PNP) cuyos miembros se infiltraron de incógnito en la movilización sin identificarse como policías ante los detenidos.
«Me han tenido reducido tres días sin comer y sin agua en una habitación, aparentemente escondido con otra persona. No sé quién era (el otro) porque nos tenían separados. Estoy bien. Gracias a Dios no me han hecho nada. Solo unos golpes que cualquiera soporta», dijo Araujo mientras su madre lo abrazaba entre sollozos.
El retenido por la Policía fue soltado desde un vehículo en los alrededores del Hospital Dos de Mayo durante la tarde de este martes, según precisó al Canal N la abogada del Instituto de Defensa Legal (IDL), Rocío Meza.
EVIDENCIAS DE VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS
El testimonio de Araujo se suma a otras evidencias de violaciones a los derechos humanos cometidas por la PNP durante su violenta represión de la protesta en Lima que le costó la vida a dos jóvenes, fallecidos por proyectiles de plomo disparados presuntamente por los agentes antidisturbios.
El caso de Araujo transgrede el protocolo habitual de una detención normal, pues aparentemente excedió el plazo máximo de 48 horas, fue agredido por agentes, no se le permitió comunicarse con un familiar ni se le puso un abogado a su disposición.
«Ojo, una detención sin registro con incomunicación de la persona detenida y sin dar noticia y negando la detención a los familiares ES UNA DE DESAPARICIÓN FORZADA, así sea por unas horas», recordó el abogado en derechos humanos Piero Vásquez, quien ha dado asistencia técnica al caso de los 47 desaparecidos en Ayotzinapa (México).
La reaparición de Araujo ocurrió mientras se investía al nuevo presidente transitorio, el congresista del Partido Morado Francisco Sagasti, quien sucedió al efímero mandato presidencial del también parlamentario Manuel Merino, cuya figura concentró las protestas al asumir el Ejecutivo tras la polémica destitución del expresidente Martín Vizcarra en el Congreso.
NUEVO PRESIDENTE PIDE PERDÓN
En su primer discurso como presidente interino, Sagasti pidió perdón en nombre del Estado por estas vulneraciones a los derechos humanos, especialmente por las muertes de Jack Pintado e Inti Sotelo, los dos jóvenes que murieron a disparos presuntamente de la Policía en la protesta del sábado en Lima.
El nuevo presidente de transición también prometió que no habrá impunidad ante estos episodios que han hecho recordar los delitos de lesa humanidad cometidos en Perú durante el mandato del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Al término del acto, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, consideró que «es increíble» el testimonio de Araujo, «porque una persona que sale a manifestarse no puede estar detenida ni un solo segundo».
«Tres días es un abuso. Tiene que haber alguien que responda porque nadie merece eso», apostilló Muñoz, que ya no aceptó más preguntas al respecto.
Por su parte, el congresista del Partido Morado Alberto De Belaunde, uno de los parlamentarios más activos en tratar de ubicar a los desaparecidos, calificó el testimonio de Araujo de «gravísimo» y «desolador», y prometió que «no quedará impune».
Según el registro del legislador, todavía permanece en paradero desconocido Gabriel Rodríguez Medrano.
«¿Qué pasó durante el tiempo de detención con los manifestantes que ya han sido liberados? Necesitamos respuestas», recordó De Belaunde.
INVESTIGACIÓN ABIERTA A MERINO
Desde el lunes, la Fiscalía abrió una investigación preliminar al expresidente Merino por graves violaciones a los derechos humanos durante la represión a las protestas que demandaban el fin de su corto mandato (del 9 al 15 de noviembre).
En esa investigación también están involucrados como presuntos responsables los ministros del breve Gobierno de Merino que apenas duraron tres días en el cargo, entre ellos el primer ministro Ántero Flores-Áraoz y el titular de la cartera del Interior, Gastón Rodríguez, que es un teniente general de la Policía.
Desde el inicio de las protestas, Rodríguez negó que la Policía utilizase al grupo Terna para detener a manifestantes y a armamento letal (gas lacrimógeno y perdigones de goma) para reprimir las protestas, pero las evidencias e indicios apuntan a lo contrarios.
La autopsia a Jack Pintado reveló que había recibido al menos diez impactos de perdigones de plomo que le causaron lesiones mortales en la cabeza, cuello y tórax, mientras que son también varios los casos de personas a las que les extrajeron canicas de cristal de distintas partes del cuerpo.
Sin embargo, hasta este martes la Policía niega que utilizase perdigones de plomo contra los manifestantes o que realizase detenciones arbitrarias durante la marcha del último sábado en Lima.