Al menos siete personas murieron el viernes por la noche y otras diez resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado contra una heladería en Mogadiscio, la capital de Somalia, informó el servicio de ambulancias Aamin, citado hoy por los medios locales.
El atentado sacudió la heladería «Gelato Divino», un establecimiento popular situado en la transitada carretera que conduce al aeropuerto internacional de la capital somalí.
Según los testigos, un hombre entró en el establecimiento y detonó los explosivos que llevaba adheridos a su cuerpo.
La mayoría de las víctimas son adultos jóvenes y líderes comunitarios, entre ellos un funcionario de la embajada de Somalia en Etiopía, indicaron los medios locales, al apuntar al grupo yihadista Al Shahab como posible responsable del ataque.
El atentado ocurrió horas después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos en funciones, Christopher Miller, hiciera una visita sorpresa a Mogadiscio.
El embajador de la Unión Europea (UE) en Somalia, Nicolás Berlanga, condenó hoy el «bárbaro ataque» y envió sus condolencias a los familiares de las víctimas.
«Todos los que trabajamos por una Somalia próspera y estable estamos tristes esta mañana por la pérdida de vidas humanas. Pero nuestra esperanza es más fuerte que su rabia ciega», manifestó Berlanga en referencia a quienes buscan desestabilizar el país.
EL PRIMER MINISTRO ABOGÓ OR LA UNIDAD CONTRA EL TERRORISMO
El primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, también condenó el atentado y abogó por la unidad en la «lucha contra el terrorismo» en este país del Cuerno de África, que tiene previsto celebrar en diciembre elecciones parlamentarios y en febrero de 2021 comicios presidenciales.
Mogadiscio sufre frecuentes ataques de Al Shabab, organización afiliada desde 2012 a la red terrorista Al Qaeda, que controla áreas rurales del centro y el sur de Somalia.
Los insurgentes pretenden instaurar en Somalia un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Su peor masacre ocurrió en octubre de 2017, cuando la explosión de dos camiones bomba en la capital segó la vida de más de 500 personas, si bien el grupo nunca reconoció oficialmente la autoría de este ataque.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.