Al menos cuatro personas, entre ellas un bebé, murieron este martes en Tréveris, al oeste de Alemania, y unas 30 resultaron heridas, algunas de ellas graves, al irrumpir a gran velocidad en una zona peatonal un automóvil, cuyo conductor fue detenido, informan medios locales.
La policía de Tréveris (Trier en alemán) se ha limitado por el momento a hablar de «varios muertos» y «varios heridos» y ha avanzado que el sospechoso es un hombre de 51 años y nacionalidad alemana. A las 19 horas (tiempo local) se celebrará una rueda de prensa en el ayuntamiento.
Los hechos ocurrieron a primera hora de la tarde en el centro histórico de la ciudad, entre la Basílica de Constantino y la famosa Porta Nigra, cuando un SUV de la marca Range Rover y color gris se lanzó a gran velocidad por una zona peatonal y comercial.
Durante varios centenares de metros, según varios testigos, atropelló a transeúntes, algunos de los cuales salieron por los aires, y arrasó puestos de los comercios aledaños. El frontal del vehículo tenía visibles desperfectos.
De ahí, el conductor llevó el vehículo hasta una calle adyacente, ya fuera de la zona peatonal, donde fue interceptado por varios vehículos de la policía y fue detenido por agentes. Apenas pasaron cuatro minutos desde el primer aviso hasta el arresto.
La policía apuntó que por el momento se desconoce el móvil del sospechoso, aunque varios expertos descartaron en distintos medios alemanes que se trate de un accidente por el largo recorrido que hizo el vehículo por calles peatonales, y coincidieron en juzgar como intencional el múltiple atropello, un extremo que la policía no ha confirmado.
El sospechoso, al que varios medios identifican como Bernd W. y que circulaba solo, es vecino de una localidad cercana.
El alcalde de Tréveris, Wolfram Leibe, se mostró conmocionado en unas breves declaraciones ante los medios tras recorrer las calles afectadas, habló de «horror» y confirmó que una de las fallecidas era una menor.
La jefa del Gobierno del Land de Renania Palatinado, Malu Dreyer, se refirió a un «día horrible» al visitar a media tarde la ciudad y de «vidas arrancadas» en «un segundo» y destacó especialmente la muerte de «un bebé«. Pidió además apoyo rápido para los damnificados.
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, dijo por su parte que los hechos de Tréveris son «estremecedores» y transmitió su apoyo, de parte de la canciller Angela Merkel, a los familiares de las víctimas y a los heridos.
La policía de la localidad alemana apuntó que «no tienen ningún indicio de que el peligro perdure» una vez que se ha practicado la detención del conductor.
Toda la zona ha quedado acordonada mientras los investigadores recogen pruebas. Un gran número de agentes se ha desplegado en el centro de la ciudad, algunos de ellos fuertemente armados, mientras un equipo de artificieros ha revisado el vehículo para descartar que hubiese algún artefacto y dos helicópteros sobrevuelan la ciudad.
La policía ha pedido a los ciudadanos que eviten en la medida de los posible la zona afectada.