En las últimas semanas los contagios y hospitalizaciones han ido al alza. Esto ha obligado a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, a imponer restricciones de horarios en restaurantes, gimnasios, comercios y otras actividades.

Este domingo se sumaron 2 mil 591 casos nuevos de COVID y 42 defunciones.

Pese a esto, la ciudad se ha mantenido en semáforo naranja, primero con alerta y luego en el límite, según informó la mandataria. ¿Pero por qué no ha pasado a rojo la capital como ya lo hicieron otras entidades como Chihuahua, Zacatecas o Baja California?

Este lunes, se cuestionó durante su conferencia diaria a Sheinbaum Pardo sobre cuántos contagios se requieren para regresar al semáforo rojo de contagios en la capital.

“Nosotros establecimos el tema de la hospitalización como un tema central (para establecer el semáforo rojo), pero el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Salud tiene 10 indicadores que nos establece en el color del Semáforo”, explicó.

Entonces, la Ciudad de México se guía a partir del color de Semáforo que envía en gobierno federal cada semana, y a partir de ahí se toman las decisiones correspondientes, precisó Sheinbaum.

La mandataria afirmó que los esfuerzos se están enfocando en la realización de pruebas de COVID-19 y en el llamamiento a la población a guardar aislamiento.

“Más allá del tema del color del semáforo, es un llamado a la población a regresar a una situación de quedarnos en casa y en caso de salir tener todas las medidas de precaución”, contestó la jefa de Gobierno.

Dijo también que a partir de los resultados que lancen sobre contagios y las hospitalizaciones que se registren durante esta semana, se tomará una decisión, aseguró.