El ‘breaking’, confirmado por el COI como disciplina olímpica para los Juegos de París 2024, «no se diferencia de otros deportes» por el hecho de que sus practicantes «no lleven pantalón corto y camiseta», ni tampoco es el responsable de que el kárate haya sido excluido de la cita francesa.
Luis Vañó, presidente de la Federación Española de Baile Deportivo, defendió así la nueva condición del ‘breaking’ («esa es su denominación oficial») como deporte olímpico y se mostró «sorprendido» por una noticia que no esperaba hasta el año próximo y que ahora le da más margen para trabajar por «las opciones de clasificación» que considera que tendrán los B-Boys y las B-Girls («esa es su denominación oficial») españoles en 2024.
Los Juegos de París propusieron, y el COI ha aceptado, que el surf, la escalada, el monopatín y el ‘breaking’ sean parte de su programa, en el que no han incluido el kárate, el béisbol o el sóftbol.
«Es importante situar el tema en su contexto», dijo Vañó a Efe. «Cualquier ciudad sede tiene la posibilidad de elegir cinco deportes y París ha escogido cuatro, así que no creo que porque haya entrado el breaking haya tenido que salir otro».
«Manifiesto mi total apoyo a la federación de kárate y al trabajo de reivindicación que hace su presidente. Es duro que te saquen de los Juegos antes de haber tenido la oportunidad de presentar tu deporte. Pero no se trata de ‘breaking’ sí o no porque kárate sí o no», añadió.
Ante las opiniones escépticas sobre la validez del ‘breaking’, Vañó afirmó que se trata «absolutamente» de un deporte , aunque admitió que «a mucha gente le costará entenderlo».
«Parece que si no vas con pantalones cortos y camiseta no eres un deporte. Pero las cosas han cambiado mucho, hay otras mentalidades», apuntó.
«Habría que ponerse de acuerdo en lo que significa el término ‘deporte’, pero nunca dependería de la vestimenta, sino del ejercicio que se realiza. En el ‘breaking’, la fuerza, el equilibrio, la velocidad, el trabajo o las horas de entrenamiento no lo diferencian de otros deportes», aseguró.
Vañó señaló que el reconocimiento un año antes de lo que esperaban les da «un tiempo extra muy valioso».
España dispone de «más chicos que chicas» cercanos a la élite mundial. «Ellas son aún algo jóvenes y por eso nos van a venir tan bien estos tres años. Pero en chicos tenemos tres o cuatro B-Boys casi de top-ten mundial y vamos a luchar para que sean una opción de clasificación, teniendo en cuenta que no se sabe aún cuál será el sistema de selección»
En el pasado Mundial de Nankin, en 2019, se proclamó campeón el holandés Menno, con el venezolano Lil G. en el cuarto lugar y el mexicano Dr Hill duodécimo. En las B-Girls, se impuso la japonesa Ami, con la colombiana Lluvia en el decimosexto lugar.
«Tenemos que acostumbrarnos a llamarles así, por sus nombres de guerra. Es lo que les gusta», dijo el presidente. «Formo parte del comité ejecutivo del COE (Comité Olímpico Español) y reconozco que cuando se hizo el primer anuncio de que entraríamos en los Juegos y tuvimos la primera reunión fue divertido ver las caras de asombro ante todos estos nuevos términos».
Vañó bromeó al comentar que él mismo a algunas competiciones de su federación acude «con traje y a otras con sudadera negra».
La entrada en el programa olímpico supondrá «que entraremos», dijo, «en los pensamientos del CSD para los presupuestos de 2021 y eso es un salto cualitativo».
«Esto ha ofrecido un escaparate para el conjunto del baile deportivo. Ya estamos buscando trabajar con personas que conozcan el mundo olimpismo y haciendo planes. En enero de este año hicimos una primera concentración con 35 chicos y chicas en los que nos estamos fijando como posibles candidatos olímpicos», señaló el presidente.