Ya ha comenzado la cuenta atrás para cerrar 2020 y con esas mismas prisas, diversos gobiernos en el mundo instruyen a sus respectivas autoridades sanitarias para adquirir las  primeras inmunizaciones contra el SARS-CoV-2 disponibles en el mercado.

Para disgusto de los científicos rusos y chinos, en Occidente se ha tomado como una victoria propia que Reino Unido, ayer 8 de diciembre, diera inicio a   su campaña de vacunación anticovid.

Las imágenes de  Margaret Keenan, de 90 años de edad y de William Shakespeare, de 81 años de edad, ambos siendo inmunizados en el Hospital Universitario de Conventry han dado la vuelta al mundo con un fuerte hálito de esperanza. Hope, como insistentemente, lo han reiterado diversos medios de comunicación.

Si los rusos tienen su Sputnik V registrada como la primera vacuna a nivel mundial contra el Covid-19, desde el pasado 11 de agosto, en esa eterna rivalidad entre británicos y rusos había que marcar también el terreno para que otro Shakespeare pase a la posteridad esta vez por ser el primer varón en Reino Unido en  recibir la   primera dosis de la vacuna de Pifzer.

El Sistema Nacional de Salud británico tiene ante sí una prueba de fuego, otra más porque la resistencia ha sido ya puesta a prueba a lo largo de este año no solo en el agotamiento evidente en el personal sanitario también en la infraestructura disponible porque a las incidencias acostumbradas se ha añadido el creciente número diario tanto de infectados como, lamentablemente, de fallecidos por coronavirus.

Un desafío ingente pero ante las muertes  provocadas por el coronavirus todo esfuerzo es nimio, hay países que cada 24 horas reportan decesos superiores a las 300 personas es como si diariamente se estrellase un  Boeing 747-400; otros como Francia, Reino Unido o Estados Unidos  superan los 500 fallecidos diarios, equivalentes a un Airbus A380.

Se trata de que la creatividad, la inteligencia y la resiliencia venzan finalmente a una pandemia que ha vuelto de cabeza al mundo provocando miles de muertos, precisamente por eso, el primer ministro británico no quiere esperar más tiempo después de que sus científicos corrieran un modelo matemático que  muestra que Reino Unido estaría en capacidad de duplicar el número de muertos diarios en el corto plazo lo que sería una mayor catástrofe  para una nación que se encamina a los dos millones de contagiados y a los 62 mil muertos en datos preliminares.

No se puede más que celebrar que un año después de Wuhan, cuando escuchábamos en otras partes del mundo hablar de  una neumonía atípica como un mero asunto local, gracias  a la ciencia del siglo XXI ya hay varias vacunas aplicándose en la población: en Rusia, Sputnik V y en China varias igualmente hechas con el adenovirus de la gripe humana;  y  la estadounidense Pfizer utilizándose en Reino Unido con el gran logro del laboratorio alemán BioNTech con una inmunización absolutamente vanguardista.

La vacunación masiva y por grupos etarios en etapas tampoco será un desafío sencillo considerando que los infectados y fallecidos siguen a borbotones; ahora habrá que usar enfermeros y enfermeras e infraestructura para la vacunación y cumplir con almacenar los viales a menos de 70 grados bajo cero.

  •             En unos días más, la FDA en Estados Unidos, dará luz verde para que Pfizer venda su vacuna en la Unión Americana y la Cofepris en México  autorizará igualmente; el país azteca deberá tener un programa de vacunación perfectamente bien calculado para que las personas convocadas lleguen a su cita y que ninguna vacuna sea desperdiciada, primero recibirá 250 mil dosis para la gente más vulnerable.
  •             Tanto inmunizaciones como, las de Pfizer y Moderna, con el ARN mensajero no pueden tener errores, ni en su almacenamiento, ni en su utilización son dos dosis: una primera y otra 21 días después, eso implica tener una estrategia que no falle.
  •             ¿Podrá el sistema sanitario mexicano hacerlo bien? No solo depende del personal sanitario, sino del plan y la logística que la gente del presidente López Obrador lleve a cabo.
  •             Hay países como India, que en definitiva, han decidido adquirir vacunas más sencillas como la de AstraZeneca con la Universidad de Oxford hecha con  el adenovirus de la gripe de un chimpancé. Allá darán luz verde bajo la cláusula de emergencia.

A COLACIÓN

 Pfizer, como  productor, está desarrollando una serie de cajas (caben hasta 975 viales) para hacer el transporte de la vacuna y cuando llegue a una sala de vacunación no necesitará ser almacenada a 70 grados bajo cero; podrá perfectamente permanecer hasta cinco días en los refrigeradores normales entre los 2 a los 8 grados centígrados.

Además han diseñado  contenedores con temperatura controlada que utilizan hielo seco para mantener las condiciones de almacenamiento recomendadas de hasta menos 75 grados durante 10 días. Esperemos que todo salga bien…