Movidos por la fe y el amor a la Virgen de Guadalupe, fieles llegan a los alrededores del recinto Mariano.

A pesar de que las autoridades eclesiásticas y capitalinas hicieron un llamado para celebrar a la madre de los mexicanos desde casa, algunos peregrinos se aventuraron y emprendieron camino hacia el templo del Tepeyac.

Ya sea a pie, el bicicleta, corriendo, en grupos reducidos o la familia completa, algunos fieles llegaron hasta donde se lo permitieron los cercos sanitarios colocados al rededor de la basílica de Guadalupe.

Cruzaremos todas las barreras para ver a nuestra Santa Madre» indicó el señor Juárez, hombre de cabellera blanca y manos duras, pero de corazón suave al externa su amor por la Virgen del Tepeyac.

No le tenemos miedo al virus, nuestra madre nos proteje, nos da más miedo todo lo que esta pasando en nuestro país» comentó el señor Juárez sobre el riesgo el alto riesgo de contagio que se vive en la Cuidad de México.

Al paso de las horas la Calzada Guadalupe que en años anteriores se llenaba de fieles y peregrinos, hoy permaneció tranquila al resguardo de las autoridades de la alcaldía que colocaron cercas en los alrededores del recinto para evitar la llegada de personas.

Las autoridades eclesiásticas ofrecieron a los fieles absolución en caso de atender al llamado de quedarse en casa, pero a pesar de la oferta algunos peregrinos llegaron hasta la calzada de Guadalupe, tratando de encontrar alguna manera de estar más próximo a la Virgen.

  • A diferencia de otros años en que la fiesta y los actos de solidaridad comienzan desde muy temprano con la entrega de comida, víveres, agua o presente a quien visita a la «morenita del Tepeyac», este 2020 la pandemia freno las muestra de afecto de los mexicanos pues no hubo entrega de víveres sobre calzada Guadalupe.