Cientos de partidarios del presidente estadounidense, Donald Trump, comenzaron a reunirse en Washington DC el martes, un día antes de una protesta convocada por el mandatario, que se niega a admitir su derrota en las elecciones de noviembre.
Procedentes de todos los rincones de Estados Unidos, los manifestantes dijeron estar respondiendo a la convocatoria de Trump a concentrarse en la capital este día, cuando el Congreso de Estados Unidos debe certificar la victoria electoral del presidente electo, Joe Biden.
Mi comandante en jefe me llamó y mi Señor y Salvador me dijo» que viniera, dijo Debbie Lusk, de 66 años, una contadora jubilada de Seattle, en la costa oeste del país.
«O recuperamos nuestro país o ya no existe», declaró a la AFP.
Trump confirmó que hablará en el mitin, instando a sus seguidores a «llegar temprano» para su discurso de las 11H00 (16H00 GMT), que está previsto en una explanada cerca de la Casa Blanca.
El mes pasado el mandatario tuiteó que sus seguidores deberían encontrarse en Washington DC para lo que prometió sería un día de protestas «salvaje».
Gran parte del centro de la capital ha sido tapiado, con tiendas y negocios cerrados por la pandemia y por temores de que se repita la violencia que sacudió a la ciudad durante las marchas en reclamo de justicia racial el año pasado.
Trump se ha negado a aceptar que perdió los comicios del 3 de noviembre, haciendo repetidas e infundadas afirmaciones de fraude o manipulación de votos en los estados donde fue derrotado por Biden por estrecho margen. Varios tribunales han rechazado los desafíos legales del equipo de Trump.
Más de la mitad de los votantes republicanos cree que Trump ganó o no está seguro de quién ganó, según una encuesta realizada en diciembre por investigadores de las principales universidades estadounidenses, incluida la Universidad de Harvard.
Esa confusión era compartida el martes por muchos de los partidarios reunidos bajo un cielo gris en una fría plaza cerca de la Casa Blanca.
No confiamos en el resultado de las elecciones», dijo Chris Thomas, de 69 años, una vendedora jubilada que llevaba puesto un sombrero de Trump.
Thomas dijo a la AFP que ella y su esposo habían viajado desde Oregón porque creen «en la libertad de Estados Unidos» y para mostrar su apoyo a las políticas económicas de Trump que ayudaron a prosperar el negocio de vino de su hijo.
La vasta mayoría de las demandas electorales presentadas por el equipo legal de Trump fueron rechazadas por distintas cortes de los estados en las que fueron presentadas. Ninguna de las que prosperó tuvo un efecto sustancial en los resultados. Además, todas las legislaturas locales certificaron los resultados reportados por sus entidades electorales y que, en suma, otorgaron 306 votos electorales a Biden y 232 a Trump.
En otro pasaje de su discurso, Trump criticó fuertemente a los republicanos que se han negado a apoyar sus acciones para bloquear la certificación, y aseguró que respaldará candidatos que los desafíen en futuras elecciones primarias. “Promuevan la salida de los débiles, que se queden los fuertes”, expresó. Y mencionó específicamente a Liz Cheney, hija del ex vicepresidente de George W. Bush, Dick. También al gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp.