Esta madrugada, el Departamento de Justicia de Estados Unidos se dijo «profundamente decepcionado por la decisión de México de cerrar su investigación sobre el exsecretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda. El Departamento de Justicia de Estados Unidos respalda plenamente su investigación y sus cargos en este asunto«.
Por medio de un comunicado, también condenó «la decisión de México de publicar información compartida con México de manera confidencial.
«La publicación de dicha información viola el Tratado de Asistencia Legal Mutua entre México y Estados Unidos y pone en duda si Estados Unidos puede continuar compartiendo información para apoyar las propias investigaciones criminales de México«, indicó.
El departamento puntualizó que el caso Cienfuegos no fue inventado y prueba de ello es el expediente que envió al gobierno mexicano
«Los materiales difundidos hoy por México muestran que el caso contra el general Cienfuegos, de hecho, no fue inventado. Esos materiales también muestran que la información en la que se basó para acusar al general Cienfuegos fue recopilada legalmente en los Estados Unidos, de conformidad con una orden judicial apropiada de los Estados Unidos y en pleno respeto de la soberanía de México. Un gran jurado federal de Estados Unidos analizó ese material y otras pruebas y concluyó que los cargos penales contra Cienfuegos estaban respaldados por la evidencia«.
La mañana del viernes, el gobierno de Estados Unidos dejó abierta la puerta a volver a reabrir el caso contra Cienfuegos después de que la Fiscalía General de la República (FGR) determinara no procesar penalmente contra él.
El retorno de Cienfuegos a México libre de cargos, fue una decisión tomada por sorpresa por el entonces fiscal general de la Unión Americana, William Barr, el 17 de noviembre.
En su orden para cerrar el caso, la juez al cargo, Carol Bagley Amon, dejó el caso contra Cienfuegos sobreseído con reservas (dismissed without prejudice, en inglés), desechando el proceso judicial por entonces pero permitiendo que pudiera volver a perseguirse a futuro.
En su conferencia matutina, el presidente Andrés López aseguró que la agencia estadounidense de combate contra las drogas, la DEA, “fabricó” el caso contra el extitular de Sedena.