En México aún existen una amplia área de oportunidad para entender el vínculo fundamental que tienen los aspectos de movilidad con los procesos de marginación urbana. Desarrollaré brevemente el caso de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), y lo problemático de la forma en que se toman las decisiones.
La excesiva concentración de oportunidades de empleo en la zona central de la ZMCM sugiere que es necesario el fomento del desarrollo de subcentros periféricos, técnicamente llamado policentricidad. Es decir, un escenario donde se reducen los viajes regionales en favor de viajes locales al evitar un mayor desacoplamiento de los núcleos de empleo y las áreas residenciales.
Esto se logra mediante infraestructura de transporte acoplada a políticas de uso de suelo. Intentos anteriores para la creación de subcentros no se han materializado y su ubicación propuesta rara vez incluye zonas dormitorio. Es importante entender que las decisiones de transporte (tecnología y ruta) son tanto un problema de modelación técnica como un dilema de elección social.
En relación con el Metro, se ha reconocido que existe un déficit de estaciones en comparación con otras ciudades del mundo de similar tamaño. Numerosos planes de extensión del Metro han existido, aunque ninguno de ellos tomado en cuenta en la toma de decisiones final. Las autoridades han decidido por opciones, que, aunque cumplen sus expectativas electorales (obra susceptible a terminarse en el período de administración y barata), no tiene un alcance que enfrente los problemas a largo plazo de manera regional y con visión de mayor alcance.