Los seguidores del líder opositor ruso Alexei Navalny, en prisión preventiva desde hace seis días, salieron hoy a las calles de un centenar de ciudades de Rusia para desafiar al presidente Vladimir Putin pese a la violenta represión de la policía y los más de 2 mil arrestos a lo largo de todo el país.
«No estamos conformes con la política de Putin, soy partidario de Navalny y no tengo miedo. Estoy cansado de la ilegalidad y la corrupción«, declaró a la agencia Efe Artiom Mirabián, uno de los miles de personas que salieron hoy a la plaza Pushkinskaya.
«Fuera Putin»
«Fuera Putin» y «Libertad para Navalny» fueron los principales lemas que se repitieron durante toda la jornada a lo largo del país, al compás de los once husos horarios de Rusia.
Navalny, que es acusado de haber violado los términos de una pena suspendida de 3.5 años de cárcel dictada en 2014 y declarada ilegal por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, asegura que el gobierno ruso intenta silenciarle tras el intento de asesinato que sufrió el año pasado cuando fue envenenado por orden de Putin, según denuncia.
Masiva participación
La respuesta de los seguidores de Navalny a la convocatoria fue mayor de lo esperado y superó, según cálculos del portal MBK-media, la cifra de 110 mil personas en toda Rusia.
Solo en Moscú participaron 4 mil ciudadanos, de acuerdo con el Ministerio del Interior y estimaciones de medios independientes.
Y eso pese a la campaña de acoso que lanzaron las autoridades rusas lanzaron desde el jueves para descabezar al equipo de Navalny y el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) creado por él, con la detención de sus más estrechos aliados y colaboradores.
«La participación en las protestas supera todas las expectativas. ¡Hay mucha gente!«, afirmó el equipo de Navalny en su canal de Telegram sobre la manifestación en la ciudad siberiana de Ulán-Udé, una de las primeras en celebrarse este sábado.
Detenciones
En todas las marchas hubo detenciones, no pocas con el uso de la fuerza por parte de la Policía. Según el portal OVD-info, especializado en el seguimiento de detenciones, este sábado fueron detenidas 2 mil 250 personas por participar en las protestas, de las cuales 855 fueron detenidas en Moscú y otras 372 en San Petersburgo.
En Moscú los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía se convirtieron en una verdadera batalla campal.
En la capital las detenciones comenzaron incluso antes del inicio de la protesta, y una hora después los antidisturbios empezaron a reprimirla violentamente.
«No dudan ni un instante. Golpean directamente a la cabeza«, dijo a Efe un joven con la frente vendada y un cardenal sobre la ceja.
Los agentes también detuvieron de forma expeditiva a una de las principales colaboradoras de Navalny, Liubov Sobol.
Tampoco tuvieron reparos en arrestar a la esposa del opositor, Yulia Navalnaya, quien fue puesta en libertad a las pocas horas.
Para intentar disolver la marcha, la policía despejó la plaza Pushkinskaya y varios de los manifestantes iniciaron una marcha por el centro de la ciudad rumbo al la prisión Matrosskaya Tishiná, en la que se encuentra recluido Navalny.
Condena internacional
Amnistía Internacional (AI), que califica de «preso de conciencia» a Navalny, condenó la represión de las protestas y exigió la inmediata liberación de los manifestantes, al igual que la embajada de Estados Unidos en Rusia y el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien reprobó «el uso desproporcionado de la fuerza«.
Mientras, el FBK ya anunció en Twitter la convocatoria de nuevas protestas para el próximo fin de semana.