Debido a que la pandemia por Covid-19 ha detenido a diversos sectores como el turístico, en la alcaldía Xochimilco se apoyó a los trabajadores de los embarcaderos, uniéndolos a las cuadrillas de trabajadores que participan en el proyecto de remozamiento del centro de la demarcación.

A sus 45 años de edad, Don “Memo”, como es conocido en el barrio, dejó su antiguo trabajo como guía turístico para convertirse en obrero.

“La Alcaldía sacó una convocatoria de trabajo temporal para los prestadores. Vi la oportunidad y decidí tomarla. Al principio fue pesado, porque el trabajo de la construcción requiere mucha fuerza y buena condición, pero poco a poco fui tomándole más gusto».

“Es satisfactorio ser parte de este gran proyecto que beneficiará a toda la comunidad y sobre todo dará una imagen renovada a nuestros visitantes cuando vengan a Xochimilco”, señala.

Don Memo junto con un centenar de prestadores de servicios turísticos de diversos embarcaderos participa en lo que será el Corredor biocultural Francisco I. Madero, que cruza por inmuebles de valor histórico como la capilla de El Rosario, los mercados tradicionales 44 y 377, hasta llegar a la capilla de Santa Crucita en donde existe un pocito a cuya agua se le atribuyen propiedades milagrosas.