Un tribunal finlandés condenó este jueves a una mujer iraquí a 22 meses de prisión por fingir el asesinato de su padre, un refugiado a quien Finlandia repatrió a Irak en 2017 tras denegarle su solicitud de asilo.

El tribunal falló que la mujer, identificada únicamente por sus iniciales N.A., cometió dos delitos graves de fraude y falsificación de documentos, entre ellos el certificado de defunción de su padre.

En la misma causa también fue condenado a 23 meses de cárcel por los mismos delitos el exmarido de la mujer, quien, según los jueces, ideó y ayudó a ejecutar el fraude.

El caso se remonta a 2017, cuando las autoridades finlandesas denegaron la petición de asilo de un ciudadano iraquí, antiguo militar durante el régimen de Sadam Husein, pese a que antes de llegar a Finlandia había sobrevivido a dos atentados y se sentía amenazado.

El hombre, nacido en 1971, regresó a Bagdad al serle denegado el asilo y un mes después, en diciembre de 2017, fue presuntamente asesinado de tres disparos, según denunció su hija ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

El suceso provocó un gran revuelo en Finlandia y las políticas de asilo del país nórdico quedaron en evidencia cuando el TEDH falló a favor de la mujer en 2019, al dictaminar que Helsinki violó dos artículos del Convenio Europeo de los Derechos Humanos.

El tribunal europeo condenó al Estado finlandés a indemnizar a la demandante con 20.000 euros por daños morales y a pagarle además 4.500 euros en concepto de costas judiciales.

Tras el fallo del TEDH, las autoridades migratorias del país nórdico empezaron a revisar centenares de solicitudes de asilo denegadas y meses después la Policía lanzó una investigación sobre el caso.

Después de pedir la colaboración de las autoridades iraquíes, estas confirmaron que el certificado de defunción presentado como prueba ante el tribunal europeo era una falsificación, lo que precipitó la detención de la hija.

«Estos hechos han causado un daño significativo al Estado finlandés, ya que al considerable perjuicio financiero hay que sumar la publicidad negativa recibida», afirmó a la televisión pública YLE el fiscal del caso, Sampsa Hakala.