Turquía ha denunciado hoy que la guerrilla kurda PKK ha ejecutado a trece militares turcos que tenía secuestrados desde antes de 2015 en una cueva del norte de Irak, y cuya liberación era el objetivo de la nueva operación militar lanzada en la zona el pasado miércoles.

El jefe del Estado mayor, general Yasar Guler, señaló que las trece personas, que algunos medios identifican como personal militar y de inteligencia, habían sido localizados con disparos en la cabeza en una cueva en la región iraquí de Gara, a unos 30 kilómetros de la frontera turca.

De las palabras de Akar, recogidas por la agencia Anadolu, se interpreta que la ejecución de los militares se habría producido durante una operación de rescate encuadrada dentro de la ofensiva lanzada por el Ejército turco en la zona el pasado miércoles, y que ahora se da por terminada.

«Desearía haber podido sacar vivos de la región a nuestros trece ciudadanos. Pero los asesinos martirizaron a esos inocentes desarmados en una masacre», denunció por su parte el ministro de Defensa, Hulusi Akar.

Akar señaló que la cueva estaba localizada en un valle de difícil acceso protegido de bombardeos aéreos.

Según Turquía, durante la operación terrestre y aérea lanzada el miércoles han sido abatidos 48 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) una organización considerada terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, y que tiene sus bases en el norte de Irak.

Entre los guerrilleros muertos se cuenta a los que vigilaban a los ciudadanos turcos secuestrados en la cueva.

También han muerto tres militares turcos durante la operación.

La presencia en Irak de ciudadanos turcos secuestrados por el PKK se viene comentado desde hace tiempo en distintos ámbitos, pero apenas ha habido referencias oficiales a ello.

Más de 40.000 personas han muerto en la guerra entre el Ejército turco y el PKK desde que la guerrilla se levantó en armas en 1984 para reclamar la autodeterminación de los 15 millones de kurdos que se calcula viven en Turquía.

Turquía bombardea regularmente desde hace años el norte de Irak, algo que el Gobierno iraquí ha denunciado como una violación de su territorio y espacio aéreo.