Hasta 31 centros sanitarios de la provincia de Cabo Delgado, al norte de Mozambique, «no están operativos» a día de hoy a causa del conflicto yihadista que asola la región y del paso del ciclón tropical ‘Kenneth’ en abril de 2019, informó hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

«El sistema de salud ha sido doble víctima del ciclón Kenneth y de un brote de violencia a gran escala que ha provocado la huida de los trabajadores sanitarios y la destrucción de más instalaciones médicas, algunas rehabilitadas después del ciclón», apunta esta organización en un comunicado difundido este martes.

Según el CICR, 39 de un total de centros médicos situados en nueve distritos de la provincia de Cabo Delgado afectados por la violencia no están funcionando y al menos 686 sanitarios han huido de sus lugares de trabajo por la situación de inseguridad.

«Estamos viendo personas desplazadas de los distritos de Moeda, Medumbe y Macomia, casi toda la zona norteña. Y el número de enfermedades ha crecido significativamente», lamentó el director del centro médico de la localidad de Mahate, Rodrigo Armanda.

El presidente del CICR, por su lado, afirmó que «Mozambique se enfrenta hoy a una triple crisis humanitaria con amenazas constantes debido al cambio climático, al recrudecimiento de la violencia y la pandemia de la covid-19 y el cólera».

El conflicto yihadista que afecta al norte de Mozambique comenzó en 2017 con la aparición de Al Shabab; un grupo que no está vinculado a la organización terrorista somalí leal a Al Qaeda, sino que ostenta lazos con el Estado Islámico (EI).

Desde entonces, la violencia no ha parado de crecer en esta región estratégica rica en piedras preciosas (rubíes) y gas natural, de cuya extracción participan grandes multinacionales como la italiana ENI o la estadounidense Anadarko.

El contexto de inseguridad viene también marcado por la violencia del propio Ejército mozambiqueño, acusado en su campaña antiterrorista de ejecuciones extrajudiciales, tortura y detenciones arbitrarias de sospechosos yihadistas.

Según Amnistía Internacional, sólo en los primeros cuatro meses de 2020 los ataques violentos perpetrados en Cabo Delgado por parte de Al Shabab aumentaron en un 300 % respecto al mismo periodo de 2019, y la cifra de muertos civiles supera las 2.000 personas.