Al menos 34 rebeldes hutíes murieron este viernes y decenas resultaron heridos en combates con las fuerzas del Gobierno del Yemen internacionalmente reconocido en la provincia de Marib, donde tiene lugar desde hace dos semanas una ofensiva del movimiento insurgente, aseguró el Ministerio de Defensa del Ejecutivo legítimo.

El Ministerio de Defensa yemení dijo en un comunicado que los enfrentamientos tuvieron lugar en el distrito de Serwah, al oeste de la provincia oriental rica en petróleo, donde «34 combatientes hutíes murieron y otros resultaron heridos».

La nota añade que las fuerzas del Ejército yemení «causaron grandes pérdidas» a los hutíes y destruyeron cuatro vehículos en los que viajaban «refuerzos» de los rebeldes.

Asimismo, apunta que la coalición árabe capitaneada por Arabia Saudí en favor del Gobierno yemení de Abdo Rabu Mansur Hadi también intervino en el ataque con bombardeos de la aviación.

Fuentes militares del Ejército contactadas por Efe rechazaron revelar el número de bajas en sus filas.

Las fuerzas hutíes llevan a cabo desde hace dos semanas una amplia ofensiva contra la estratégica y rica en petróleo provincia de Marib, último bastión del Gobierno en norte de país, que ha provocado un gran número de bajas en ambos bandos.

Esta intensificación de las hostilidades en Marib coincide con un incremento de los ataques con aviones no tripulados cargados de explosivos contra el vecino Arabia Saudí y se produce después de que el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, retirara el apoyo de Washington a la coalición de países árabes.

Hoy, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo en un comunicado que el repunte de violencia en Marib ha provocado el desplazamiento de al menos 9.000 personas en las últimas semanas, mientras que estima que unas 385.000 personas más podrían verse obligadas a huir de sus hogares próximamente.

La guerra en el Yemen estalló a finales de 2014, cuando los hutíes, movimiento chií apoyado por Irán, conquistaron amplias zonas del oeste y el norte del país, incluida su capital, y se agravó en 2015 con la intervención de la coalición de países árabes capitaneada por Riad.

El conflicto es considerado por la ONU como la mayor catástrofe humanitaria del planeta, con más de 24 millones de personas, el 80 % de la población yemení, necesitadas de algún tipo de asistencia.