Durante su comparecencia ante diputados federales, el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, aseguró que están colaborando en la investigación y pedirá que se cese a todo servidor público que haya actuado con «intereses personales» en su participación en el proceso de fiscalización que dio como resultado la pifia en los cálculos de la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), que se construiría en Texcoco.

Indicó que esto es por el bien de las instituciones de México y de todos los mexicanos para que se preserve el valor institucional que tiene la Auditoria Superior y que “quede claro que no hay ningún tipo de presiones, ni de mala fe”, si los hubiere, “yo sería el primero en denunciarlo”, afirmó.

Quiero dejar en claro que no he permitido, ni permitiré ningún acto que vulnere los principios constitucionales y el marco de la legalidad en la propia Auditoria Superior de la Federación”, enfatizó.

Reconoció que efectivamente hay una discrepancia que muchos consideran un error, sin embargo, es por ello que se pidió a otro grupo auditor, encabezado por Gerardo Lozano Dubernard, para que se revisen muy bien las cifras de la cancelación del NAICM que cuadren con las del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).

Colmenares anunció que en los próximos días se tendrán resultados concretos y comparativos.

Desde el Salón Verde del Palacio Legislativo de San Lázaro, aseveró que la ASF “no confronta y mucho menos enfrenta a nadie, a ningún orden de gobierno, a ningún gobierno” solo es un informe que brindan sobre el destino de los recursos de las aportaciones de los mexicanos.

Dejo en claro, que cualquier entidad aludida en las auditorias que realizan, tienen el derecho a reclamar aclaraciones conforme a la ley, es por ello, que se está trabajando lo concerniente a la cancelación del NAICM, que causó el descontento del presidente Andrés López.

Colmenares enfatizó que la auditoria “es por su naturaleza total y absolutamente apartidista y apolítica, por lo que cualquier otra interpretación a sus auditorías sí podría considerarse como un posicionamiento político«.

Ni al inicio de la comparecencia, ni a su salida del Palacio Legislativo de San Lázaro, el auditor superior de la Federación quiso dar detalles sobre la cifra real de la fiscalización sobre la cancelación del aeropuerto que se realizaría en Texcoco; tampoco quiso responder sobre la solicitud del diputado de Morena, Marco Antonio Andrade Zavala, que pidió su renuncia de la ASF.