Tras dos meses de permanecer cerradas debido al semáforo de riesgo por posibles contagios de COVID-19, las salas de cine abrieron sus puertas de nuevo en la Ciudad de México, con poca gente en las butacas.
Este lunes, con solamente cinco de sus salas proyectando películas, en la sucursal de Cinépolis Patio Universidad había más personas atendiendo en las taquillas y la dulcería que público ante las pantallas.
Para ingresar, los asistentes debieron pasar por dos filtros sanitarios: el primero, al entrar al centro comercial, y el segundo, al subir al último nivel, donde se encuentra el cine.
Personal de la cadena de cines mide la temperatura, coloca gel antibacterial en las manos de los espectadores y pide a cada asistente registrar su visita con el celular, a través del código QR del gobierno capitalino, para recibir una notificación acerca de si alguna persona que llegue a estar en el mismo sitio da positivo a COVID-19.
En el mismo Patio Universidad, apenas cuatro personas llegaron a la sucursal de la cadena de gimnasios Sports World, luego de que el gobierno capitalino permitiera el funcionamiento de estos espacios por cita.
A solo unos metros de este centro comercial se encuentra otra sucursal de Cinépolis, en Plaza Universidad, donde se repitió la misma escena: las taquillas estaban casi vacías, aunque al interior del complejo sí había clientes en las tiendas.
En este caso, las taquillas se cambiaron a la dulcería, que cuenta con más separación entre cajas, como prevención para evitar aglomeraciones.