Arabia Saudita confirmó el domingo que dos importantes instalaciones petroleras del país, incluido un terreno propiedad de la compañía estatal Aramco, fueron atacadas sin que se registraran víctimas o daños materiales, informó la agencia oficial saudí SPA.
Un portavoz del Ministerio de Energía saudí citado por SPA dijo que uno de los parques de tanques de petróleo en el puerto oriental de Ras Tanura, uno de los puertos de transporte de crudo más grandes del mundo, fue atacado la mañana del domingo por un dron «procedente del mar», sin especificar la localización.
Indicó que horas después hubo «otro intento deliberado de atacar las instalaciones de Aramco» cuando «la metralla de un misil balístico» cayó cerca de una zona residencial perteneciente a la compañía petrolera en la ciudad de Dhahran.
Según la fuente, en esa zona residencial viven «miles de empleados de la empresa y sus familias de diferentes nacionalidades».
Ambos ataques, sin embargo, «no resultaron en ninguna lesión o pérdida de vidas o de propiedad», informó el portavoz de Energía.
Asimismo, condenó los «repetidos actos de sabotaje y hostilidad», que «no solo tienen como objetivo el reino de Arabia Saudí, sino también la seguridad y estabilidad del suministro de energía al mundo y, por tanto, a la economía global».
Arabia Saudí es el mayor productor de la OPEP y tiene alrededor del 17 % de las reservas mundiales de crudo.
Este incidente se produce después de que los rebeldes chiíes hutíes del Yemen anunciaran hoy que han lanzado a lo largo del día un total de 22 ataques contra diferentes puntos de Arabia Saudí, en los que se utilizaron 14 drones y ocho misiles balísticos, y aseguraron que lograron atacar instalaciones de Aramco.
Por su parte, la coalición militar liderada por Arabia Saudí, que interviene en el Yemen desde 2015, anunció hoy que interceptó un total de 12 drones bomba que iban dirigidos contra su territorio y otros misiles balísticos que apuntaban contra la región de Yazan.
El pasado 4 de marzo, los hutíes aseguraron haber alcanzado con un misil objetivos de la petrolera estatal saudí Aramco en la ciudad occidental de Yeda, situada en la costa del Mar Rojo, una zona que es blanco habitual del movimiento rebelde yemení.
En noviembre pasado alcanzaron un tanque de crudo en una estación de distribución sin ocasionar daños de importancia y en septiembre de 2019, otro ataque reivindicado por el grupo yemení causó la suspensión del 50 % de Aramco, la mayor petrolera del mundo, aunque Riad atribuyó la agresión a Irán.