Autoridades han identificado el surgimiento de un nuevo cártel de drogas, en el estado de Michoacán, cuya estructura criminal se basa en una red que, desde hace dos décadas, opera la tala clandestina de bosques en el oriente de la región.
El Gobierno de Michoacán, a cargo de Silvano Aureoles Conejo, desplegó en febrero pasado un operativo policial, con apoyo del Ejército y la Guardia Nacional, para detectar “narcocampamentos” y células de sicarios de la organización identificada con el nombre de Cártel de Los Correa.
En un informe solicitado por Efe a la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán (SSP), se da cuenta de actividades criminales de esta organización en una decena de municipios como Hidalgo, Zitácuaro, Ocampo o Indaparapeo, los cuales cuentan con diversas zonas montañosas y boscosas.
Agentes de la Policía Estatal, Ejército y de la Guardia Nacional –una corporación de carácter militar creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador- desplegaron desde febrero pasado una nueva ofensiva contra el Cártel de Los Correa, que incluye vehículos terrestres todo terreno –algunos con blindaje anti balas- y helicópteros artillados.
Sin embargo, en el periodo comprendido del primero de septiembre del 2020 al 15 de marzo del 2021, estas corporaciones policiales militares han logrado, en acciones conjuntas o individuales, la detención de 310 personas por diferentes delitos, y la incautación de 81 vehículos con reporte de robo y 42 rifles de asalto y pistolas. 43.600 plantas de marihuana también fueron destruidas.
Entre septiembre del 2020 y febrero del 2021, las autoridades descubrieron un total de cuatro “narcocampamentos” de sicarios, en zonas boscosas e intrincadas de los municipios de Zitácuaro e Hidalgo.
En el caso de Hidalgo, los agentes policiales y militares se enfrentaron a balazos con un grupo de sicarios que se ocultaban en la zona de Los Azufres (cerca de la biosfera de la mariposa monarca), dejando como saldo un comandante de la Guardia Nacional herido, un sicario muerto y tres civiles más detenidos, con nueve vehículos robados, cinco rifles de asalto y 20 kilos de marihuana, así como víveres.
OPERATIVO CONTRA EL CÁRTEL
Apenas el pasado jueves fue detenido en el Estado de México un presunto jefe de sicarios identificado como Federico M., alias El Feo, por asesinar el 27 de febrero a un comandante de la Policía de Michoacán y herir a otro.
Los policías, militares y guardias nacionales han optado por realizar recorridos en la carretera conocida como Mil Cumbres, la cual atraviesa municipios del oriente de Michoacán y une la ciudad de Morelia –capital del Estado- con el Estado de México, ante los constantes reportes de robo de vehículos, extorsiones, secuestros y asaltos que grupos de sicarios de Los Correa.
Según reportes, los miembros de esta banda criminal buscan entre los automovilistas a presuntos miembros de la organización rival Cártel Jalisco Nueva Generación.
Buscamos «reforzar todas las medidas de protección para los ciudadanos que transitan por esta zona o viven en estas comunidades”, afirmó a medios el gobernador Silvano Aureoles Conejo.
¿QUIÉNES SON LOS CORREA?
El Cártel de Los Correa es encabezado por Daniel Correa Velázquez, ‘el Tigre’, cuya familia comenzó controlando la tala clandestina de bosques en el oriente de Michoacán, expandiendo sus actividades a la producción de marihuana y droga sintética, extorsiones y otros delitos.
Actualmente, el Cártel de Los Correa mantiene una presunta alianza con un cártel que lleva años en la región, La Familia Michoacana.
Ambas organizaciones criminales también mantienen una guerra con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuyas células buscan ingresar al oriente michoacano.
En Michoacán operan los cárteles de Los Correa, La Nueva Familia Michoacana (con sus brazos armados de Los Viagras y Lo Blancos de Troya), Los Caballeros Templarios, Cártel de Los Reyes, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel de Tepalcatepec y La Familia Michoacana (antigua organización que fue base de Los Caballeros Templarios).
Además, en algunas regiones de este estado existen los grupos de autodefensa, civiles armados que protegen su territorio del embate de los cárteles, si bien hay sospechas de que algunos de ellos también pertenecen a bandas criminales.
