Dos personas murieron y otras ocho resultaron heridas la noche del viernes en dos tiroteos aparentemente relacionados entre sí en Virginia Beach, en Virginia, Estados Unidos, en un momento en el que se ha reactivado el debate sobre el control de armas en la Unión Americana.

La Policía de esa ciudad costera del sureste de Virginia estaba patrullando el paseo marítimo al filo de la medianoche cuando escuchó «múltiples disparos» y encontró varios heridos, explicaron los agentes en un comunicado la madrugada del sábado.

Ocho personas fueron hospitalizadas con heridos de bala, en algunos casos graves, mientras que un agente policial fue golpeado por un vehículo y trasladado al hospital con «heridas leves«, indicó la Policía.

Una mujer adulta falleció en el lugar de los hechos como consecuencia de un disparo, mientras que la otra víctima mortal se registró en un segundo tiroteo «relacionado» con el anterior, de acuerdo con el comunicado oficial.

Se trata de un hombre adulto que murió por disparos de un policía, quien como consecuencia del suceso ha sido dado de baja temporalmente de su puesto mientras se investiga lo ocurrido.

«Fue una noche muy caótica en la playa, con distintas escenas del crimen«, dijo en una rueda de prensa el jefe de Policía de Virginia Beach, Paul Neudigate.

Las autoridades no aclararon si el hombre al que mató el agente era el autor del tiroteo que dejó un muerto y ocho heridos y afirmaron que no tienen información sobre un posible sospechoso de ese primer suceso y siguen investigándolo, por lo que pidieron la colaboración ciudadana.

El suceso se produjo justo cuando se ha reabierto el debate sobre el control de armas en Estados Unidos, a raíz de los tiroteos de este lunes en un supermercado de Boulder, Colorado, donde murieron diez personas, y del pasado 16 de marzo en varios salones de masaje asiáticos en Atlanta, Georgia, que dejó ocho víctimas mortales.

Sin embargo, es poco probable que los intentos del presidente Joe Biden y su partido para reformar la legislación de control de armas salgan adelante en el Senado de Estados Unidos, donde la minoría republicana tiene los votos suficientes para impedir cualquier cambio en ese sentido.